A muchos inquieta la línea
política abiertamente "bipolar" que, luego de la derrota del pasado 1 de
julio, han mostrado dirigentes y líderes del PAN, quienes se han
enfrascado en una feroz pelea por el control de lo que queda de la
dirigencia nacional de ese partido.
Todos saben que mientras una parte de "los jefes" del partido azul
aceptaron la derrota en la contienda presidencial -la misma noche del 1
de julio-, otros han preferido la guerra mediática y, de plano, se
sumaron a los violentos que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Por eso la gran pregunta de muchos ciudadanos que no atinan a entender
las razones y las posturas contradictorias -sobre todo, luego de la
encerrona de Los Pinos del 3 de julio, y la abierta alianza de Gustavo
Madero y Jesús Zambrano-, que exhiben que el partido azul vive una de
las peores crisis de su historia; la crisis de la derrota.
Pues resulta que la pelea desatada entre el presidente del PAN, el señor
Gustavo Madero, y los cinco ex presidentes de Acción Nacional que
mantienen vigencia -Luis H. Álvarez, Luis Felipe Bravo Mena, Felipe
Calderón, Germán Martínez y César Nava-, es precisamente por el control y
el futuro del partido. Y claro, pelean para definir quién se quedará
con un poderoso instrumento que -derrotado y todo-, aún vale miles de
millones de pesos.
Pero la guerra se desató luego de una carta enviada al CEN del PAN, en
especial a Gustavo Madero, en donde "los cinco" ex jefes del partido
azul de las últimas tres décadas -faltan Carlos Castillo, fallecido, y
Manuel Espino, expulsado-, proponen "refundar, desde los cimientos", al
PAN.
Para ello, lo primero que proponen al actual jefe del partido, es
"reflexionar no sólo sobre los errores cometidos en este proceso
electoral, sino también sobre el rumbo que, en general, ha tomado el PAN
en los últimos años". Y para la reflexión recomiendan evitar "convertir
la derrota en un desastre que sólo abonaría en la división del partido"
y "negar los problemas y tratar de ocultarlos bajo la alfombra".
Pero para ello existe una condición fundamental, según "los cinco" ex
presidentes: "Es necesario que el partido asuma claramente la derrota
del 1 de julio como una oportunidad para refundarse desde los
cimientos".
Además, recomiendan al CEN, que encabeza Madero, centrar la autocrítica y
la corrección, "en las causa endógenas", como la militancia, la
apertura a la ciudadanía, la selección de candidatos, el financiamiento,
la estructura y los mecanismos de rendición de cuentas. Y es que, según
ellos, a nivel interno, "todos tenemos parte de responsabilidad en los
resultados; el partido, la campaña, los gobiernos panistas".
Y no descartan el análisis de las causas exógenas, sobre todo porque,
aseguran, "se trató de un fenómeno marcado por la inequidad, en el que
se dieron abusos en los gastos y en los presupuestos por parte de otros
partidos. Fuimos testigos una vez más de las prácticas autoritarias del
PRI y del PRD, así como de la injerencia de los medios de comunicación.
Y, qué duda cabe, también sufrimos traiciones que nos hicieron gran
daño".
Por eso, proponen "una iniciativa de una envergadura cercana a la
emprendida por nuestros fundadores... cambiar de fondo lo que ha dejado
de funcionar; derribar lo que haya que derribar para forjar desde ahí el
renacimiento del PAN; reconstruir y replantear al partido; decidir
juntos".
Y las prioridades son; renovar la membresía, especialmente a los
jóvenes; nuevas formas de elegir candidatos, postular a los mejores, a
quienes la ciudadanía espera; cambiar el modelo de organización a un
auténtico implante territorial en todo el País y la sincronía de los
periodos de las dirigencias con los ciclos electorales; nuevas sanciones
que permitan excluir con rapidez y eficacia a quienes con su conducta
trastocan la identidad del PAN; y una nueva administración del
financiamiento público y privado. Y para todo ello proponen una profunda
reforma estatutaria, urgente.
¿Pero qué creen?
Poca cosa, que el CEN del PAN, que encabeza Gustavo Madero, rechazó la
propuesta "de los cinco", la calificó de imposición y señaló que el
Presidente Calderón pretende quedarse con el partido. Y por eso empezó
la guerra, por eso Madero caminó justo en dirección contraria;
desconoció el resultado electoral, se negó a un pacto con el gobierno de
Peña, y se alió al PRD. ¿Quién ganará la partida? Al tiempo.
En el camino
Por cierto, y a reserva de regresar al tema, le informamos que el PAN
también usó los servicios de la empresa Monex, también para mover dinero
en su campaña. Incluso, por eso se enteró que el PRI movió, de manera
legal, dinero para sus cuadros políticos, a través de la misma empresa.
Lo mantendremos informado. |
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