23 julio, 2012

Caricaturas


Caricaturas

Héctor Aguilar Camín

La competencia democrática, cuyo espíritu no es el equilibrio sino la parcialidad, ha sellado en la opinión pública dos grandes caricaturas del México reciente.

Una es la del PRI, que gobernó durante la transición democrática, y otra la del PAN, que gobernó desde la alternancia democrática.
 
Como las buenas caricaturas, estas tienen un parecido inconfundible con el original, pero no son su retrato, sino una exageración risible o ridiculizable de sus rasgos.



La caricatura de los gobiernos del PRI acentúa los rasgos de autoritarismo y corrupción. La caricatura del PAN, los de mediocridad e ineptitud.


Somos rehenes de estas caricaturas. Apenas podemos ver más allá de sus exageraciones. Es una desgracia mental, porque sin salir de las caricaturas vigentes del PAN y del PRI, no podremos ver otra cosa que un país condenado a lo que ellas declaran: corrupción, autoritarismo, ineptitud, mediocridad.


Nadie da el paso siguiente al juicio implícito de estas caricaturas, su pregunta obligada: ¿qué clase de sociedad será esa que se deshizo democráticamente de los corruptos y autoritarios, para echarse democráticamente en manos de los ineptos y mediocres, y ahora, harta de los ineptos y mediocres, vuelve a votar por los corruptos y autoritarios?


La caricatura de los ciudadanos que creen en la caricatura de sus gobernantes no es muy halagadora para ellos. Si los gobiernos y los políticos que caricaturizamos han sido tal desastre, la sociedad que los elige y los produce ha de ser un desastre equivalente. Los ciudadanos han tenido los gobiernos que merecen o se les parecen. La caricatura acaba mordiendo a los caricaturistas.


La única salida del grillete de las caricaturas es volver la mirada a la realidad y recoger sus matices, restituir la fidelidad a los hechos y el equilibrio a la mirada sobre su historia.


Durante una reciente visita a Lima, lidié con la pregunta de si el triunfo del PRI significaba el regreso de la “dictadura perfecta”. ¿No habíamos tenido suficiente con 70 años de PRI?


Respondí que la “dictadura perfecta” no lo fue tanto, pues produjo una transición democrática. Y que el PRI no podía haber gobernado setenta años a México, pues fue fundado en 1947 y cumplirá setenta años en 2017.


La perplejidad de mis interlocutores ante mis respuestas requirió largas explicaciones.


Había que explicar las caricaturas.


Abundaré sobre esto.

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