23 julio, 2012

Ya arrancó el 2018.


Ya arrancó el 2018.

Captura_de_pantalla_2011-04-14_a_las_19.08.06Por Ricardo Alemán.

Mientras miles de ingenuos --y otros tantos que sólo buscan venganza electoral--, se creen la montaña de mentiras sobre el supuesto fraude electoral del pasado 1 de julio, los políticos profesionales, aquellos que vive de, por y para hacer política, ya trabajan para el 2018.


En tanto los incautos "ternuritas" del #132 --utilizados como carne de mitin--, creen posible encontrar al desaparecido fraude electoral; creen que el IFE, el TEPJF y hasta el Espíritu Santo anularán una de las elecciones más limpias de la historia electoral mexicana, sus prohombres ya se mueven para la presidencial de julio de 2018.



Y claro, en tanto que miles insisten en ver un fraude que millones no han visto –y que nadie verá, porque la del pasado 1 de julio fue una de las elecciones más vigiladas--, el motivo del encono, la protesta, la rabia y el odio de la temporada electoral --el señor Peña Nieto--, ya trabaja en la elaboración de su gabinete, de su discurso de toma de posesión; en las líneas generales de lo que será su proyecto de gobierno.


Y es que, les guste o no a los incautos del #132 y a los profesionales de la protesta que los acompañan –y guste o no a millones de mexicanos que de buena fe creen en el inexistente fraude--, lo cierto es que la política y los políticos no se detienen en causas perdidas, como la del supuesto fraude.


No, los partidos y sus políticos ya dejaron atrás la batalla del 2012 –lo que no significa que no cobrarán venganza--, y siguen con paso firme a lo que sigue; el reparto de las migajas y la carrera en los próximos seis años.


Y como no había ocurrido en la historia electoral mexicana, a seis años de julio de 2018; cuando aún no toma posesión el ganador de la contienda de 2012, ya está en el diamante la novena para el 2018; tres precandidatos del PRI; otros tantos de las izquierdas y una tercia del PAN. ¿Quiénes integran la novena de los presidenciables para 2018?.


El primero en apuntarse para su tercera presidencial –y a su estilo madrugador--, fue nada menos que el dos veces derrotado Andrés Manuel López Obrador, quien la noche misma del 1 de julio, cuando fue evidente que perdió por segunda ocasión, desconoció el resultado y volvió a lo suyo; la calle, las plazas y las mentiras.


La misma noche del 1 de julio dijo a sus leales que "nada de pensar en el retiro", en "La Chingada". Y con dinero salido de quien sabe donde, ya está en campaña, en tanto miles de ingenuos e incautos aún creen que con marchas y plantones podrán arrebatarle –a la mala--, la victoria a Enrique Peña.


El segundo en anotarse, por las izquierdas, es el aún jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, quien arrancará su campaña a partir del 6 de diciembre. La suya será una suerte de travesía por el desierto, ya que no tiene cargo alguno.


Y la tercia de las izquierdas la completa el electo jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, quien desde hoy es un poderoso precandidato presidencial y, a partir de un buen desempeño, podría serlo aún más.


En el PRI ya se mueven como potenciales sucesores los señores Luis Videgaray, que apunta para ser el súper secretario en el gobierno de Peña Nieto; el gobernador mexiquense, Eruviel Ávila, y el aún poderoso senador y futuro diputado, Manlio Fabio Beltrones.


En realidad, si de rigor se trata, el primero en apuntarse para 2018 fue precisamente Manlio, quien al día siguiente de que formalmente perdiera la candidatura presidencial del PRI, anunció; "lo pasado, pasado; hoy comenzamos de nuevo".


Beltrones será, por experiencia, habilidad y grupo político, el hombre a vencer en el PRI, pero no se queda atrás el gobernador Eruviel Ávila, cuya cuenta de victorias es inmejorable. El más débil, pero con mayor posibilidad de crecer y/o de caer --por los riesgos de enfrentarse a la política de grandes ligas--, es Luis Videgaray, el hombre detrás del triunfo de Peña. ¿Será capaz de aguantar la presión?.


Y en el PAN la pelea no es menor. En este momento existen dos precandidatas naturales; la señora Josefina Vázquez Mota, que se apunta como aspirante natural --luego de sus 12 millones de votos--, pero también aparece como fuerte contendiente la señora Margarita Zavala de Calderón.


De hecho, la pelea y la polarización que se vive al interior del PAN, tiene que ver con el reacomodo de los cuadros, rumbo a 2018. Y es que quien consiga el control del partido luego de la debacle azul, tiene más posibilidades de empuja a su grupo y a su candidato presidencial, para las batallas por venir. Y el último presidenciable en el PAN, se llama Ernesto Cordero.


Y mientras los profesionales de la política ven a futuro, los incautos siguen en la calle.

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