Chávez y PDVSA se convierten en aliados clave del régimen sirio
WASHINGTON. - El presidente venezolano,
Hugo Chávez, y la compañía estatal, Petróleos de Venezuela SA, se han
convertido en socios económicos clave del presidente sirio Bashar
al-Assad, enviando diésel al país árabe y llevando a cabo negocios con
firmas sirias boicoteadas por Estados Unidos y la Unión Europea.
Venezuela conforma junto a Rusia e Irán
un bloque informal de naciones que tratan de obstaculizar los esfuerzos
de Occidente para derrocar a Assad y disolver su alianza militar con
Irán, indican autoridades estadounidenses y activistas políticos
sirios.
PDVSA prepara el cuarto envío de diésel a
Siria en los últimos ocho meses, según documentos corporativos
venezolanos y sirios a los que tuvo acceso The Wall Street Journal.
Esta energía es crucial para mantener en
operación los tanques y otros vehículos militares sirios que combaten a
los oponentes políticos de Assad. Naciones Unidas estima que más de
10.000 sirios han perdido la vida a manos de las fuerzas de seguridad
de Damasco desde que comenzó el levantamiento contra el régimen hace 18
meses.
Venezuela también está ayudando a
Damasco a eludir las sanciones occidentales al comprar energía siria y
hacer negocios con dos empresas, el Banco Comercial de Siria y Sytrol,
la firma estatal de comercialización de petróleo, según los documentos.
Ambas compañías figuran en las listas de sanciones de EE.UU. y la UE.
Venezuela y PDVSA han defendido su
derecho a realizar los envíos. Chávez ha proclamado su apoyo a Irán y
Siria como parte de su deseo por forjar una coalición
"antiimperialista" de países que luchan contra la hegemonía
estadounidense.
Las autoridades sirias en Washington no
respondieron el lunes a solicitudes de comentarios. El ministro
petrolero de Siria ha reconocido haber recibido los envíos de
combustible venezolano.
"Los grandes movimientos de los tanques y
la artillería pesada requieren enormes cantidades de diésel pesado",
dijo Louay Sakkar, del Grupo Sirio de Apoyo , una organización
activista que pide un mayor respaldo para el ejército rebelde de Siria.
"Es como el elemento vital del régimen asesino".
Antes del conflicto, Siria importaba la
mayor parte de su diésel y energía de Europa. En 2010, el intercambio
comercial entre Siria y Venezuela equivalió a apenas 5 millones de
euros, unos US$6 millones. Sin embargo, se estima que los envíos de
combustible de este año podrían valer cientos de millones de dólares.
EE.UU. ha estado monitoreando la
relación de Chávez con Siria pero no cuenta con las herramientas en
este momento para detenerla, según altos funcionarios del gobierno de
Barack Obama.
Las multas que EE.UU. ha impuesto
recientemente sobre Damasco no autorizan al Departamento de Estado o al
Tesoro a actuar contra compañías no estadounidenses que hacen negocios
con firmas sirias boicoteadas. Esto difiere de las sanciones de EE.UU.
contra Irán, que sí permiten castigar a cualquier compañía que tenga
relaciones comerciales con empresas iraníes.
El Departamento de Estado sancionó el
año pasado a PDVSA por vender productos de petróleo refinado a Irán,
aunque la medida sólo impide que la compañía venezolana se adjudique
contratos del gobierno de EE.UU. La petrolera venezolana sigue
exportando alrededor de 850.000 barriles de crudo al día a EE.UU. y
mantiene la propiedad de la energética estadounidense Citgo Petroleum
Corp.
"Cualquier muestra de apoyo al régimen
sirio es aberrante y seguimos trabajando con nuestros socios
internacionales, utilizando todas las herramientas a nuestra
disposición para maximizar la presión financiera sobre Assad y sus
partidarios", dijo un funcionario estadounidense.
"Existe una preocupación tremenda sobre
Venezuela y el papel que juega", dijo el senador republicano de Florida
Marco Rubio en una entrevista. "Uno todavía ve a Hugo Chávez utilizar
la riqueza de los venezolanos y despilfarrarla para ayudar a Assad".
Gran parte del transporte público, la
industria agrícola y las fuerzas armadas de Siria operan con diésel,
aseguran varias fuentes, lo que convierte la escasez del combustible en
una amenaza para el gobierno de Assad. Los costos de importación
también representan un creciente desafío para Damasco, conforme sus
reservas en divisas han empezado a menguar debido a las sanciones
internacionales.
"Hemos hecho algunos suministros a
Siria. Estamos dispuestos a ayudar", dijo en mayo el ministro de
Energía de Venezuela, Rafael Ramírez. Las transacciones han sido
negociadas y ejecutadas directamente entre PDVSA y Sytrol, la firma
estatal siria. Los cargamentos provienen de las operaciones de PDVSA en
Puerto La Cruz, Venezuela, y fueron entregados en el buque Negra
Hipólita en el puerto sirio de Banias, indican los documentos.
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