14 julio, 2012

El verdadero ganador de las elecciones en México

El verdadero ganador de las elecciones en México

Enrique Peña Nieto, ex gobernador del Estado de México, ganó la elección presidencial del domingo como lo predijeron todas las encuestas de los últimos tres meses. La verdadera historia es cómo sucedió.
La candidata del Partido Acción Nacional, del saliente presidente Felipe Calderón, perdió. El retador del Partido Revolucionario Institucional ganó. La transferencia de poder ocurrió a través de las urnas, algo que no debería tomarse a la ligera en esta o en ninguna otra democracia joven.
imageAgence France-Presse/Getty Images
Un grupo de mujeres revisa un cuadernillo que muestra a los candidatos en San Bartolome, Oaxaca.
No olvidemos que México estuvo bajo el poder de un solo partido, el PRI, entre 1929 y 2000. Eso son siete décadas de represión política moldeando la manera en que los ciudadanos piensan sobre sus derechos y la forma en que las instituciones civiles operan. Cuando en la década del 90, el férreo control del poder por parte del PRI empezó a debilitarse, la violencia se desató. En ese entonces, no era tan obvio que la transición a una democracia estable en México era inevitable.

Aun así, en tan solo 12 años, desde que el presidente priista Ernesto Zedillo (1994-2000) lideró una reforma política, México ha adoptado un sufragio universal verdadero y ha dado paso a una competencia política real. Esto permitió al PAN ganar dos elecciones presidenciales consecutivas, primero Vicente Fox y luego Calderón, pero también obligó al partido en poder a asumir responsabilidades.
El domingo, el electorado optó por un cambio. Peña Nieto ganó cerca de 38% de los votos frente al poco menos de 32% que obtuvo su rival más cercano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática. La candidata del PAN, Josefina Vásquez Mota, se llevó 25,5%. López Obrador, fiel a las amenazas que lanzó durante la campaña, dijo el lunes en la noche que impugnará los resultados, alegando irregularidades. Sin embargo, corren rumores de que un grupo significativo de líderes de su propio partido no lo apoyarían.
A algunas personas en México les preocupa el regreso del PRI a la residencia presidencial de Los Pinos por su pasado autoritario. No obstante, el ambiente político y cívico de México ha cambiado, y también el PRI, que cuenta con reformistas que quieren profundizar la liberalización económica, aunque también con "dinosaurios" que quieren perpetuar el pasado. La mesa está servida para Peña Nieto. Aun cuando el PRI haya ganado una mayoría indiscutible en la Cámara de Diputados (los resultados para el Congreso todavía no están disponibles) la negociación será crucial para que Peña Nieto pueda gobernar y podría tener que tender puentes. Si no cumple, los mexicanos se lo dejarán claro a su partido en la próxima elección.
Más de 143.000 lugares de votación alrededor del país fueron manejados por ciudadanos de a pie que fueron entrenados por el Instituto Federal Electoral, que se levantaron temprano el día de los comicios y se quedaron hasta tarde para asegurar una elección libre y justa. El gran ganador el domingo fue la sociedad civil mexicana.

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