Hagan sus apuestas…
Las dudas están sembradas, no sólo en los 15 millones 896 mil 999 mexicanos que votaron por la izquierda.
José CárdenasMentar el fraude a la “antigüita” resulta insostenible. Anular la jornada electoral no viene al caso.
La única salida para el perdedor es demandar la invalidez del proceso.
Más allá del atropello a la ley electoral, Andrés Manuel alega una conjura que violó los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, objetividad y equidad.
El candidato perredista afirma que la elección se pudrió desde el principio… que el PRI rebasó topes de campaña… que compró cinco millones de votos… que la televisión y los poderes fácticos lo arruinaron todo… que la democracia fue secuestrada… que se nos privó de una competencia equitativa… que el árbitro no fue imparcial… que el IFE se hizo de la vista gorda… que los consejeros ciudadanos fueron cómplices del atraco… que los magistrados del Tribunal tienen cola que les pisen… que Alejandro Luna Ramos y María del Carmen Alanís se aparten de la calificación del proceso por sus vínculos con Peña Nieto.
La denuncia pejista apunta a la emoción para pegar en la razón… si falla el tiro se desata la tormenta.
López Obrador invocará como precedente la anulación de la elección del presidente municipal de Morelia… pero la antigua Valladolid no es todo México… y para echar abajo la contienda federal hará falta mucho más que un logotipo del PRI pegado en los calzones del Dinamita Márquez.
A partir de hoy, el Tribunal Electoral tiene 48 días para analizar las irregularidades y vicios que han puesto en riesgo a la democracia… y resolver todas las impugnaciones, antes de determinar si el proceso fue válido y, en ese caso, declarar que México tiene Presidente electo.
Después del primero y antes del 6 de septiembre, ya instalado el nuevo Congreso, cualquier cosa puede pasar. No antes.
–¿Se contemplan escenarios para otro plantón de protesta como hace seis años?
Marcelo Ebrard traga “camote” y el rector de la UNAM toma medidas a su explanada… por si se le viene encima el “problemón”.
Mientras, Andrés Manuel avanza… gana espacio y tiempo en los medios… marca la agenda como a él le gusta… aunque a diferencia del pasado, sus arengas no parecen tener el eco que él quisiera.
Las dudas están sembradas, no sólo en los 15 millones 896 mil 999 mexicanos que votaron por la izquierda… que no son pocos, pero tampoco la mayoría.
MONJE LOCO: Mientras en México las discusiones suben de tono en torno de la invalidez electoral, y crece la impugnación del candidato perdedor, Peña Nieto ha tenido su primer triunfo diplomático en Estados Unidos. La nota resulta un cubetazo de agua helada para sus opositores. Mientras ellos peregrinan de embajada en embajada para desalentar los reconocimientos al triunfo electoral del priista, la Casa Blanca habla en voz de Roberta Jacobson, responsable de la administración de Obama para América Latina: “Washington no está ‘preocupado’ por el ‘ajuste’ a la estrategia antidrogas en la región anunciado por Peña Nieto. Es ‘increíblemente alentador’... el mensaje correcto significa que ‘todos’ nosotros tenemos que trabajar juntos. La idea de reevaluar una estrategia y posiblemente hacer cambios, no es sólo algo esperado sino saludable”.
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