19 julio, 2012

Invalidar ‘a güevo’


Invalidar ‘a güevo’
Autor: Roberto Cruz

Andrés Manuel López Obrador sentenció a instituciones, organismos y autoridades electorales

Duro debe ser para Andrés Manuel el golpe cuando, horas antes de su 'acusación madre', el Presidente de la República recibió al candidato ganador
  
Y eso que no es Presidente de la República.



Pero ayer, como a quien le asiste la razón inmutable, Andrés Manuel López Obrador sentenció a instituciones, organismos y autoridades electorales: O invalidan la elección o son encubridores.


"Para que después no digan que no sabían", y de que sobre aviso no hay engaño, quedan emplazados el IFE, el Trife, el Presidente Calderón, la PGR y José Antonio Meade, secretario de Hacienda.


Su inacción para invalidar la elección, que frente al voto por voto perdió Andrés Manuel, valdrá una denuncia ante instancias internacionales, llevarlos y traerlos por el mundo como cómplices de lo que él ya juzgó como un delito.


Ya es “a güevo”: O invalidan o invalidan.


¿Así o más picudo?


Para López Obrador, a partir de sus supuestas pruebas se debe proceder, ya, en el desconocimiento de los resultados. No valen el razonamiento de las dependencias e instituciones involucradas ni el de sus representantes.


Como siempre, desde hace 12 años, la razón la tiene él o no la tiene nadie.


Duro debe ser para Andrés Manuel el golpe cuando, horas antes de su “acusación madre”, el Presidente de la República recibió al candidato ganador tras un triunfo según los protocolos legales admitidos por los propios partidos a partir de haber concluido la votación.


El martes por la noche, Calderón y Enrique Peña Nieto dialogaron durante hora y media en Los Pinos, en un hecho que, por sí mismo, dibuja el camino rumbo al 1 de diciembre, como lo atestiguan las fotografías difundidas terminada la reunión.


El encuentro, como su anuncio, fue sorpresivo. Cuando los medios de comunicación fueron enterados, el virtual Presidente electo ya se encaminaba a la residencia oficial.


Pero el nebuloso día para Andrés Manuel no paraba ahí.


En estricto cumplimiento de los tiempos, y casi coincidiendo en horario con el encuentro Calderón-Peña, el IFE hacía entrega al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de un paquete de 668 hojas. Era el “Informe Circunstanciado” con el que el órgano electoral respondía al juicio de impugnación interpuesto por el Movimiento Progresista.


Completísimo, detallado, el abultado documento no deja fuera ninguna de las dudas o quejas presentadas por los partidos que apoyan a Andrés Manuel.


Las respuestas son tan puntuales como contundentes. Posterior a cada análisis pormenorizado, el IFE señala:


“Dicho lo anterior, se afirma categóricamente que, en el proceso electoral, el Instituto Federal Electoral ha actuado en apego irrestricto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que el Instituto Federal Electoral no incurrió, ni ha incurrido, en omisiones que tengan por efecto la violación a las condiciones de equidad en la contienda y a los principios rectores de la función electoral”.


En un solo día dos baldes de agua helada en la espalda de López Obrador, quien continuó manteniendo el suspenso sobre las acciones a seguir y que daría a conocer ayer mismo.


Pero sus verdaderas armas (¿así lo podremos interpretar?) se conocerán hasta el viernes. No tiene prisa; la chamba en las calles se la hacen, por ahora, los 300 grupos en torno a la llamada “Convención de Atenco”, entre los que destacan los mismos "macheteros" de Atenco, el SME, la CNTE, Morena y muchos del “#YoSoy132”.


Después de que el arroz se coció tras los debates, las encuestas y los conteos (del PREP y del IFE el día de la votación), la Izquierda va con todo para condimentar la confrontación legal.



Como se previó, habrá sobremesa.

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