Por SAABIRA CHAUDHURI
La ganancia de J.P. Morgan Chase & Co. registró en el segundo trimestre una disminución interanual de 8,7%, luego de que los ingresos del mayor banco de Estados Unidos por activos experimentaran una caída de dos dígitos.
El beneficio de la firma también fue afectado por una pérdida por negociaciones de valores de US$4.400 millones en su cartera de créditos sintéticos de su principal oficina de inversiones.
Bloomberg News
El jefe financiero de la firma, Doug
Braunstein, afirmó el viernes que la pérdida por corretaje hasta el
jueves era de US$5.800 millones
El banco ha estado al centro de la atención después de revelar en mayo que sufrió pérdidas por al menos US$2.000 millones por complejas negociaciones relacionadas con bonos corporativos. El Departamento de Justicia de EE.UU. y la Comisión de Valores están investigando la pérdida por negociación de valores que ha generado un intenso escrutinio en Washington.
La pérdida por negociación de valores no sólo afectó los resultados del segundo trimestre, sino que también los del primero. Antes de publicar sus resultados el viernes, el banco dijo que reduciría su informe de ganancia del primer trimestre en 8,5%, o US$459 millones. La firma indicó que hubo "debilidad material" en sus controles internos sobre los informes financieros del primer trimestre y que estaba en marcha su evaluación interna.
J.P. Morgan supo manejar mejor que sus pares la crisis financiera, pero las pérdidas por negociación de valores afectaron la reputación del banco en un momento en que esas grandes entidades están combatiendo los esfuerzos de los reguladores para aumentar los controles a las operaciones riesgosas. La denominada ley Volcker, que entra en vigencia este mes, restringiría la capacidad de los bancos para operar con su propio dinero.
Los resultados de J.P. Morgan inician la temporada de informes financieros de los bancos estadounidenses. Los inversionistas tendrán una primera visión de un trimestre que se espera muestre resultados deslucidos por parte de las mayores instituciones financieras en medio de una débil demanda de créditos y bajas tasas de interés.
La división de banca de inversión de J.P. Morgan registró una ganancia de US$1.910 millones, 7% inferior al beneficio de un año antes, pero 14% por sobre la ganancia del primer trimestre.
Las operaciones de servicios minoristas del banco registraron una ganancia de US$2.270 millones, superior a los US$383 millones de un año atrás, y 29% por sobre el beneficio del primer trimestre.
J.P. Morgan registró una ganancia de US$4.960 millones, inferior al beneficio de US$5.430 millones de un año antes. Sobre una base por acción, la ganancia fue de US$1,21, frente a los US$1,27. El último periodo incluyó un beneficio neto por acción de un centavo relacionado con beneficios por valores del banco, aumento en la valuación de deudas y una reducción de las reservas por pérdidas crediticias, entre otras cosas.
Según una encuesta de Thomson Reuters, los analistas esperaban, en promedio, una ganancia por acción de 70 centavos.
Los ingresos disminuyeron 16% a US$22.890 millones. Los analistas esperaban, en promedio, ingresos de US$21.790 millones.
En general, las provisiones por pérdidas del banco —los fondos reservados para manejar futuras pérdidas crediticias— sumaron US$214 millones, un descenso significativo en relación a los US$1.810 millones de un año antes, y también por debajo de los US$726 millones reservados en el primer trimestre.
El banco ha estado al centro de la atención después de revelar en mayo que sufrió pérdidas por al menos US$2.000 millones por complejas negociaciones relacionadas con bonos corporativos. El Departamento de Justicia de EE.UU. y la Comisión de Valores están investigando la pérdida por negociación de valores que ha generado un intenso escrutinio en Washington.
La pérdida por negociación de valores no sólo afectó los resultados del segundo trimestre, sino que también los del primero. Antes de publicar sus resultados el viernes, el banco dijo que reduciría su informe de ganancia del primer trimestre en 8,5%, o US$459 millones. La firma indicó que hubo "debilidad material" en sus controles internos sobre los informes financieros del primer trimestre y que estaba en marcha su evaluación interna.
J.P. Morgan supo manejar mejor que sus pares la crisis financiera, pero las pérdidas por negociación de valores afectaron la reputación del banco en un momento en que esas grandes entidades están combatiendo los esfuerzos de los reguladores para aumentar los controles a las operaciones riesgosas. La denominada ley Volcker, que entra en vigencia este mes, restringiría la capacidad de los bancos para operar con su propio dinero.
Los resultados de J.P. Morgan inician la temporada de informes financieros de los bancos estadounidenses. Los inversionistas tendrán una primera visión de un trimestre que se espera muestre resultados deslucidos por parte de las mayores instituciones financieras en medio de una débil demanda de créditos y bajas tasas de interés.
La división de banca de inversión de J.P. Morgan registró una ganancia de US$1.910 millones, 7% inferior al beneficio de un año antes, pero 14% por sobre la ganancia del primer trimestre.
Las operaciones de servicios minoristas del banco registraron una ganancia de US$2.270 millones, superior a los US$383 millones de un año atrás, y 29% por sobre el beneficio del primer trimestre.
J.P. Morgan registró una ganancia de US$4.960 millones, inferior al beneficio de US$5.430 millones de un año antes. Sobre una base por acción, la ganancia fue de US$1,21, frente a los US$1,27. El último periodo incluyó un beneficio neto por acción de un centavo relacionado con beneficios por valores del banco, aumento en la valuación de deudas y una reducción de las reservas por pérdidas crediticias, entre otras cosas.
Según una encuesta de Thomson Reuters, los analistas esperaban, en promedio, una ganancia por acción de 70 centavos.
Los ingresos disminuyeron 16% a US$22.890 millones. Los analistas esperaban, en promedio, ingresos de US$21.790 millones.
En general, las provisiones por pérdidas del banco —los fondos reservados para manejar futuras pérdidas crediticias— sumaron US$214 millones, un descenso significativo en relación a los US$1.810 millones de un año antes, y también por debajo de los US$726 millones reservados en el primer trimestre.
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