INICIATIVA PRIVADA... ¡HASTA LA MADRE!

Ricardo Alemán.

Cada vez son más los actores sociales que rechazan las acciones ilegales con que Andrés Manuel López Obrador pretende desconocer el resultado de la elección.

Para estas alturas, prácticamente todas las instancias relacionadas con el proceso electoral han certificado los resultados de la votación del 2 de julio.

Sin embargo, eso no ha impedido que López Obrador caliente los ánimos y eche a andar los engranes de una malintencionada "guerra" por el poder.

Las principales bajas han estado del lado de los medios de comunicación y la empresa privada. Flancos que han padecido los ataques y ofensas de la grey de López que recibe y acepta sus palabras sin espacio para dudas.

Hoy todos sabemos que las tiendas Soriana de todo el país han sufrido poco más de doscientos ataques desde el domingo de la elección; es igualmente conocido que la merma económica de la empresa es cada vez mayor; por eso, el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios se unió a las voces de otras organizaciones empresariales --como la COPARMEX y la ANTAD--, y publicó un desplegado en el que preguntan a Obrador hasta cuándo.

Y es que, en palabras del CMHN, "ya son dos las elecciones presidenciales en las que los partidos que representan a las izquierdas alegan fraude porque el resultado fue contrario a sus intereses... crear un ambiente de intemperancia, en el que se alientan o al menos no se desautorizan acciones que afectan al público y a empresas como Soriana, no es procedente ni justificable".

Lo más lamentable del asunto, es que la supuesta lucha de Obrador se ha convertido en un ataque dirigido contra las instancias que --según su entender-- frenaron su llegada al poder.

Por los medios de comunicación ha respondido Televisa; desde la trinchera de la empresa privada el objetivo ha sido Soriana; y en el campo de las finanzas y las empresas bancarias, Monex y Scotiabank.

Una vez más es evidente que Obrador mintió cuando aseguró que en su gobierno habría respeto a la diversidad y se evitaría la persecución a sus adversarios políticos.

Por eso, como hemos dicho antes y como ya han dicho otros, preguntamos de nuevo, ¿hasta cuándo?