Ecuador: La dolarización y los políticos
Gabriela Calderón es editora de ElCato.org, investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo (Ecuador).
La mayoría de nuestra clase política, con el gobierno a la cabeza, no ha terminado de comprender el principal beneficio de dolarizar una economía: elimina el poder de los políticos sobre el valor del
Considerando esto, es una tremenda ironía que ahora se venga a justificar todo tipo de intromisiones del Estado (léase los políticos) en las transacciones de los individuos pretendiendo defender la dolarización. No pudiendo devaluar, ahora quieren controlar lo que los ciudadanos podemos hacer con nuestros dólares.
Desde hace varios años se impuso un impuesto a la salida de divisas (ISD) que con la intención de impedir la salida de capitales está desalentando su entrada.1 Basta compararnos con nuestros vecinos para ver que esto ha ocurrido.
Desde julio se han implementado mayores restricciones a las importaciones2 argumentando que un creciente déficit en la balanza comercial “amenaza la dolarización”. No importa que haya evidencia de que el principal promotor de las importaciones ha sido el mismo gobierno con su creciente gasto público3 junto con políticas que desalientan la inversión y la producción, ni que el déficit en realidad no amenace a la dolarización puesto que la balanza comercial se equilibra automáticamente como lo explicara hace mucho David Hume.4
Este último mes se han adoptado varias medidas para “elevar la liquidez”5. Entre esas medidas está la que requiere elevar los aportes de la banca privada al Fondo de Liquidez, aumentando la cantidad de dinero destinado a la compra de títulos del BCE o de instituciones financieras públicas, valores que propiamente restan liquidez al no ser de fácil negociación.6 Así que cuando las autoridades hablan de esta medida como algo necesario para elevar la liquidez, en realidad se refieren a aumentar la liquidez del fisco a cuestas de la liquidez del sistema financiero nacional.
Otra medida convierte al Banco Central del Ecuador (BCE) en intermediario para todas las transferencias de dinero provenientes del exterior. Aunque el Presidente del Directorio del BCE, Pedro Delgado, diga que esto es algo que siempre se ha hecho desde que estamos dolarizados, hay una gran diferencia entre reportar los flujos de capitales como se lo había venido haciendo y exigir que se deposite un valor igual al de estos flujos entrantes en una cuenta del BCE. Por muy temporal que sea el periodo en que el BCE retenga estas divisas, esto no deja de ser una incautación que provoca la gran interrogante: ¿con qué propósito?
Nuevamente, nos dicen que esta intromisión también es para salvaguardar la dolarización. No obstante, en dolarización la oferta monetaria se ajusta automáticamente y estamos continuamente apegados al tipo de cambio real. Además, han pasado varios gobiernos por Carondelet desde el 2000 sin tener estos poderes y la dolarización ha funcionado bien.
La dolarización se fortalece dándole más libertad a los individuos para tomar decisiones en el ámbito económico. Esto se hace eliminando los impuestos y las restricciones a los movimientos de capital, a la manera del modelo de integración financiera de Panamá, país que nació dolarizado en 1904 y no tiene un banco central.
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