05 septiembre, 2012

El regreso de Rosario

Francisco Garfias

La aparición de Rosario Robles Berlanga le dio el toque de pluralidad al equipo de transición de Enrique Peña Nieto. La ex jefa de Gobierno del DF lucía radiante en los salones del hotel Hyatt. Es la única mujer que alcanza el rango de vicecoordinadora general de Política Social. La primera en ser mencionada por el Presidente electo.
Y aunque Peña Nieto les dejó clarísimo que estos nombramientos no anticipan nada en materia de gabinete, el encargo promete.

La ex presidenta nacional del PRD llegó al hotel acompañada de Rocío Bolaños, su colaboradora de toda la vida, y de su amigo Ramón Sosamontes. “Es un regreso por la puerta grande, con definición política”, nos dijo el ex delegado en Iztapalapa.
Rosario y él compartieron momentos difíciles. Los dos salieron anatemizados del PRD. El propio Sosamontes nos dijo que Rosario no esperaba tanto de Peña Nieto.
Robles es la única integrante de Concertación Mexicana, asociación que apoyó a Enrique Peña, que aparece en el equipo. Ni Manuel Espino ni René Arce ni Víctor Hugo Círigo. “No te olvides que yo hacía campaña (de Peña) con las mujeres, desde antes de que se fundara Concertación”, nos dijo. 
A la autora de la llamada Ley Robles, que permite el aborto, le preguntaron si no le temía a las críticas de sus ex compañeros de la izquierda por adherirse al equipo de Peña. Sabe que la van a linchar, pero evitó echar más combustible al fuego.
A la hora de responder se acordó del eslogan escrito detrás de la tribuna donde Peña hizo la presentación de su equipo. “Juntos hacia delante”, dijo.
Pero ni así. En Twitter le llovió con los ayatolas.
 Otro nombramiento nos llamó la atención. Roberto Campa va a una tarea específica. La coordinación de seguridad. Tendrá que verse nuevamente con Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública. Ambos trabajaron juntos en el gabinete de seguridad con Felipe Calderón, pero acabaron muy mal.
Campa se enteró de que había renunciado con “carácter de irrevocable”, en un comunicado de la SSP. Fue un primero de septiembre de 2008. Lo recuerdo bien. Comíamos con Roberto en el Bellinghausen de la Zona Rosa. A esa hora, ni idea tenía del comunicado.
Pero el tiempo amaina los enconos. Hoy le tocó a Campa regresar a la política de grandes ligas con un tema que lacera a los mexicanos. La seguridad. Genaro se va en diciembre. Roberto dejó claro que no hay rencores. “No hubo agravios. Yo diría que fueron diferencias naturales”, minimizó el otrora candidato presidencial de Nueva Alianza.
 Peña creó dos coordinaciones generales en su equipo de transición. Luis Videgaray ocupa la de Transición Gubernamental. Miguel Osorio Chong la de Diálogo Político y Seguridad. Los dos aparecen en el mismo nivel. Son los brazos del Presidente electo. Hay una sola cabeza: Él.
Abajito hay tres vicecoordinaciones generales: Ildefonso Guajardo estará al frente de la Política Económica; Rosario, ya lo dijimos, en la de Política Social. A la de Asuntos Internacionales va un joven que promete: Emilio Lozoya Austin.
En tareas ya específicas aparecen otras 41 personas. Hay seis mujeres en el equipo. Una de ellas funcionaria en el sexenio de Fox: María de los Ángeles Fromow. Otra es Paloma Guillén Vicente, hermana del subcomandante Marcos. María Esther Sherman, Carolina Viggiano, Claudia Ruiz Massieu y Alejandra Lagunes completan el reducido contingente femenino.
Aparecen también Enrique de la Madrid, hijo del fallecido ex Presidente, y Alejandro Murat, vástago del ex gobernador de Oaxaca. No alcanza el espacio para mencionarlos a todos. Es un equipo donde faltan mujeres y quizá mayor apertura. Peña anunció que vienen más nombramientos. Seguramente allí aparecerá el presidente de la Fundación Colosio, César Camacho, que ayer no figuró en la lista.
 Al hotel Hyatt —antes Nikko— llegaron unos 20 chavos del movimiento #YoSoy132 en los momentos en que se desarrollaba la presentación del llamado equipo de transición. “Si hay imposición, habrá revolución”, desafiaban. Ni el intento hicieron de entrar. No había modo. A Peña lo traen muy cuidado. Un filtro y luego otro. Había vallas y guardias.
Platicamos brevemente con el general Roberto Miranda Moreno. No hay que confundirlo con el que fue jefe del Estado Mayor Presidencial con Ernesto Zedillo. Es el responsable de la seguridad de Peña Nieto. Nos dijo que nació en Morelos. Fue subjefe de Seguridad del EMP. Le preguntamos sobre el equipo. “Hay que integrarse”, respondió, lacónico.
 Lo dijimos ayer. La cúpula del sector obrero del PRI empieza a doblar las manitas con la reforma laboral. El diputado cetemista Carlos Aceves del Olmo ya habló de reglamentar el controvertido outsourcing —subcontratación de una compañía a otra— que propone la iniciativa del Ejecutivo. “Da muchos empleos”, dijo. De lo que  no quiere ni oír hablar es de transparentar las cuotas sindicales. “El artículo 123 de la Constitución no se debe tocar”, subrayó.

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