Qué sigue en la lucha vs el narco?

Qué sigue en la lucha vs el narco?

Dijo Calderón en la ONU que los recursos millonarios de las organizaciones criminales provienen principalmente de las altas rentas que pagan los consumidores de drogas.

Ana Paula Ordorica

Es la pregunta obligada ante el cambio de inquilino en Los Pinos: ¿Qué sigue en la lucha en contra del crimen organizado? ¿Seguir? ¿Frenar? ¿Virar? ¿Cómo y hacia dónde?
 
Una pregunta que, pensábamos, nos hacíamos muchos, pero no el presidente Felipe Calderón. A él hemos estado acostumbrados a verlo firme —voy derecho, no me quito— en su discurso de lucha frontal en contra del crimen organizado.


Y, sin embargo, esta semana, ante la apertura de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, el Presidente dejó ver, sin quitar el dedo del renglón, que no pretende bajar la guardia, que también él pide explorar diferentes vías para frenar la violencia, que ha dejado incontables muertos en nuestro país.


Dijo el presidente Calderón en la ONU que los recursos millonarios de las organizaciones criminales provienen principalmente de las altas rentas que pagan los consumidores de drogas. Y que como, claramente parece, el consumo no lo pueden reducir los países que tienen al mayor número de los
“clientes”, ahora vale la pena explorar distintas vías.


Textualmente dijo el Presidente: “La creciente demanda de drogas, entendámoslo de una vez, le está dando a los criminales un poderío económico y que se está transformando, en algunos casos, en político, para hacerse de la voluntad de una autoridad” … “Hoy propongo, formalmente, que ésta, nuestra Organización de Naciones Unidas, se comprometa en el tema, que haga una valoración profunda de alcances y de los límites del actual enfoque prohibicionista en materia de drogas”.


¡Zas! ¡Vaya viraje!


Sobre todo si tomamos en cuenta que tan sólo en este mismo foro, pero hace un año exactamente, el enfoque y el énfasis del presidente Calderón fue por regular el acceso, la compra y la venta de armas.
En 2011, Calderón también habló de la necesidad de que los países consumidores reduzcan su demanda de armas, pero en ningún momento mencionó o hizo referencia al enfoque prohibicionista del mercado de las drogas.


Parece que al acercarse el fin de su sexenio, Calderón se aproxima más a la postura de otros ex presidentes, como Cesar Gaviria, de Colombia; Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; y Ernesto Zedillo, que han abogado públicamente por la despenalización de las drogas.


Parece también que quienes llegan al poder se dan cuenta con los años que es más fácil voltear a ver la alternativa de modificar el esquema prohibicionista, que intentar invertir y lograr mayor inteligencia, mejores jueces y políticas que ataquen el lavado de dinero de manera más eficaz. Tres rubros en los que en México hemos visto pocos avances en este sexenio.