18 octubre, 2012

La “güerita” en el arroz

José Cárdenas

Lo que rompió Calderón, lo pegará Peña Nieto.
El Presidente electo llegó al Palacio del Elíseo, equipado con una buena dosis de cemento, un crucifijo y agua bendita. El cemento, para resanar la cuarteada relación entre México y Francia… y lo demás para exorcizar el fantasma de Florence Cassez, que amenazaba con otra travesura durante la reunión con el presidente François Hollande.
Al final, todo terminó mejor de lo que se temía.


Parece que Peña Nieto y Hollande no piensan sudar calenturas ajenas.
Dieron a entender que el ruidoso pleito franco-mexicano fue por un agarrón personal entre sus antecesores, Nicolas Sarkozy y Felipe Calderón —ambos de “mecha corta”—, quienes nunca tuvieron buena “química”… y menos la paciencia para resolver el entuerto provocado por el asunto de “la güerita”. Su discusión rebasó al raciocinio.
Para el ex Presidente francés, defender la violación del derecho al “debido proceso” de la sentenciada era una obligación… no podía dejar a su compatriota a merced del corrupto sistema jurídico mexicano.
Para el presidente Felipe Calderón era un asunto de honor porque estaba en juego la soberanía nacional —violentada por los desplantes del antipático Sarkozy—… y la credibilidad de su consentido secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien organizó aquel montaje de la captura de la francesa para las cámaras de Televisa.
–¿Te acuerdas, Pablo Reinah?
Pero los gobiernos terminan, los presidentes se van y las cosas cambian… ¿y ya, lo pasado, pasado?
Peña Nieto y Hollande confirmaron que la relación entre ambos países no puede seguir lastimada… y menos debido a un asunto judicial, por muy escandaloso que resulte.
Confrontado por la prensa, el Presidente electo escurrió el “bulto”… y dejó toda la responsabilidad a la Suprema Corte que, por cierto, mantiene congelado el asunto, luego de aquella polémica determinación de mantener en la cárcel a la secuestradora francesa, sentenciada a 60 años de prisión.
Desde marzo pasado, estamos en espera del proyecto de la ministra Olga Sánchez Cordero. De eso depende si Florence Cassez enfrenta un nuevo juicio para liberarse del yugo justiciero mexicano y cumplir su condena en una mazmorra francesa o bien dejarla que se pudra en la cárcel de Tepepan de aquí a 2070.
No extrañaría que Peña Nieto y Hollande hayan acordado lo primero.
MONJE LOCO: Con políticos y policías ni a la esquina. Una encuesta del INEGI muestra que nueve de cada diez mexicanos  consideran que las corporaciones policiacas, las agencias del Ministerio Público y los partidos políticos son los principales focos de la corrupción en este país.
El terror no radica en los números sino en la percepción ciudadana que ha perdido la fe en instituciones cruciales. Eso es lo más importante. Es un llamado de atención, no para los que ya se van sino para los que ahí vienen. No podemos conformarnos con estar peor… cuando ya estábamos mal.

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