24 octubre, 2012

Peligra la reelección de Obama

Leo Zuckermann

Al margen de filias y fobias, la elección presidencial de Estados Unidos está empatándose. Todo indica que en dos semanas, el martes 6 de noviembre, podríamos llegar a una situación de un volado, es decir, 50% de probabilidad de que se reelija el Presidente y 50% que lo desbanque el candidato republicano.


El lunes fue el último de los tres debates presidenciales. Versó sobre política exterior aunque, como era predecible, los dos candidatos volvieron a tocar temas internos, sobre todo el que más preocupa a los estadunidenses: la economía. A Obama le fue bien. Se vio presidencial y conocedor de los temas internacionales. Presumió todo lo que pudo el abatimiento de Osama bin Laden. Tuvo un momento memorable. Mitt Romney lo había criticado por la disminución de embarcaciones de la Marina Armada. Obama contestó que él tomaba las decisiones de cómo invertir el gasto militar de acuerdo con las necesidades y nuevas tecnologías. Dijo que en estas épocas ya no se necesitaban tantos navíos porque existen unas cosas llamadas portaaviones. Remató caracterizando a Romney como un político que criticaría el recorte de caballos y bayonetas en las Fuerzas Armadas. Un lance fantástico del Presidente al que el republicano ya no respondió.
Si bien Obama ganó este debate de política exterior, una vez más, como en el pasado ejercicio, lo hizo por un margen estrecho. La verdad es que a Romney también le fue bien tomando en cuenta que el tema le beneficiaba al Presidente en funciones. El republicano demostró que conoce los temas y que bien podría convertirse en el nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
La política exterior es importante para un país imperialista como Estados Unidos, pero en este momento lo que más está pesando en el ánimo de los electores estadunidenses es la economía. Y este tema, como hemos mencionado, es el Talón de Aquiles de Obama. No sorprende, entonces, que el Presidente siga a la baja a pesar de sus buenos desempeños en los últimos dos debates.
Antes del primer debate, al Presidente le daban una probabilidad de reelegirse de 75% en el mercado de predicción de eventos futuros de intrade.com. Después de ese debate, donde le fue fatal a Obama, la probabilidad cayó a 63 por ciento. Desde entonces ha venido bajando paulatinamente. El lunes, antes del tercer debate, estaba en 60 por ciento. Ayer, después del debate, ya se encontraba en 57 por ciento. En contraposición, la probabilidad de Romney de ganar ha subido a 43 por ciento. Por eso decía que, de seguir esta tendencia, podríamos llegar al 6 de noviembre con un 50-50.
Los apostadores están reaccionando a las encuestas que cotidianamente se están publicando. De las últimas ocho, una pone empatados a Obama y Romney en el voto nacional; tres le dan la victoria al Presidente, pero dentro del margen de error; dos se la dan a Romney también dentro del margen de error; y dos ponen adelante al candidato republicano ya en la zona donde es posible establecer que efectivamente va arriba. De acuerdo al modelo de estimación del HuffPost.com, sitio que reporta todas las encuestas publicadas, Romney tendría actualmente 47.2% de las intenciones de voto y Obama, 46.8 por ciento.
Ahora bien, recordemos que la elección estadunidense se trata de ganar estados que envían delegados a un Colegio Electoral. Por eso es más importante seguir las encuestas estatales que las nacionales. De éstas se puede hacer la proyección de cuántos delegados podría tener cada uno de los candidatos. En la proyección de realclearpolitics.com, Obama ya tendría seguros 201 delegados de los 270 que se necesitan para ganar la elección. La sorpresa es que Romney ya trae más que el Presidente: 206. Quedan 131 delegados de estados “columpio” que se pueden ir hacia el lado demócrata o el republicano. Ahí es donde se va a decidir si sigue Obama en la Casa Blanca o Romney se muda a ella. Son Colorado (que tiene nueve delegados), Florida (29), Iowa (seis), Michigan (16), Nevada (seis), New Hampshire (cuatro), Ohio (18), Pensilvania (20), Virginia (13) y Wisconsin (diez).
Con estos números y proyecciones, yo no tengo duda: la reelección de Obama peligra. Lo que hace unas semanas parecía un día de campo para el Presidente, rápidamente se acerca a un volado donde cualquiera de los dos candidatos puede ganar. Todo indica que será una noche electoral larga a menos, desde luego, que suceda un evento importantísimo que cambie radicalmente el humor del electorado durante estas dos últimas semanas de campaña.

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