31 octubre, 2012

¿Sandy vino a salvar a Obama?. José Cárdenas

En política todo cuenta, incluso el azar.
El embate del huracán Sandy sobre la costa este de Estados Unidos es algo que nadie tenia presupuestado. Ni Barack Obama ni Mitt Romney habrían vislumbrado un fenómeno catastrófico de tal calibre a siete días de la elección.
Para todo estratega, el clima suele ser un factor determinante, sobre todo el día de la jornada electoral, pero los efectos de Sandy podrían dar un nuevo giro a la ciclónica contienda estadunidense.


Hasta el fin de semana pasado, periodistas, informadores y politólogos seguíamos de cerca la forma en que Romney mantenía una tendencia de popularidad al alza… el nerviosismo con que Obama se disponía a echar toda la carne al asador… cómo medios de comunicación tan importantes, como The Washington Post y el semanario New Yorker mostraban sin reparo su apoyo al Presidente, ante el empate técnico mostrado por los sondeos.
Barack Obama no había logrado darle la vuelta al tema económico. Miles de votantes se disponían a pasarle factura por su incapacidad para relanzar a su país. Sin embargo, a una semana de la jornada decisiva, el mandatario recibe una nueva oportunidad. Rayos, centellas, viento y lluvia le cayeron, literalmente, del cielo.
El desastre provocado por el fenómeno climatológico, que es al mismo tiempo tormenta invernal y tormenta tropical, coloca al primer Presidente negro de la historia estadunidense ante la posibilidad de erigirse como el líder que el país necesita en los momentos más oscuros.
Si Obama gana la reelección será por la manera como reaccione y actúe en el caso de este pavoroso huracán.
Para Obama, Sandy le brinda la oportunidad de olvidarse de la contienda política y ocupar su espacio como líder de una nación herida.
Hoy, miércoles 31 de octubre, la mejor campaña es no hacer campaña.
El inquilino de la Casa Blanca no tiene otra opción más que concentrarse en atender a la población en desgracia… aun a riesgo de olvidarse de pedir el voto en los estados políticamente indefinidos.
Si Obama logra encabezar con firmeza y decisión los esfuerzos frente a la emergencia podría relanzar su imagen, como lo hizo George W. Bush, tras los ataques del 11-S. Lo contrario sería un error fatal. Si se apresura y sobreactúa, parecerá un oportunista  insensible ante la verdadera dimensión humana del desastre.
Para el republicano Mitt Romney la situación es más complicada. Sin atribuciones ni poder de decisión, lo único que puede hacer es observar, manifestar solidaridad, pedir ayuda para los necesitados… y esperar los errores de su adversario.
MONJE LOCO: Carlos Sada, cónsul de México en Nueva York, hizo la tarea en las peores horas de la emergencia: obtuvo el compromiso del Departamento de Seguridad Interior de EU, para evitar cualquier actividad de control migratorio… Además, consiguió que, en caso necesario, los inmigrantes en custodia sean liberados aunque otras autoridades hayan dado órdenes en contrario. PUNTO Y APARTE: Las lluvias van a durar mucho tiempo todavía. Se agrava el peligro de inundaciones. A pesar de que Nueva York y Nueva Jersey han sido declarados zona catastrófica, los mercados de  Wall Street, hoy, retomarán sus actividades. También, reabrirá el aeropuerto JFK, luego de haberse cancelado 15 mil vuelos entre lunes y martes. Los autobuses ya empezaron a funcionar de forma limitada… metro y tren siguen paralizados.

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