31 octubre, 2012

Si no consumimos, por qué nos matamos



Si no consumimos, por qué nos matamos

Carlos Puig

Tarde, pero ya tenemos la Encuesta Nacional de Adicciones. Levantada a mediados del año pasado y que, según se sabe, se atrasó por problemas en las bases de datos en las preguntas de tabaquismo y alcohol.
 
Cada quien le ha querido dar interpretaciones a conveniencia de los resultados presentados el lunes, pero no hay mucho para dónde hacerse: somos y hemos sido —al menos desde que lo medimos— un país de bajo, bajísimo consumo de drogas.
 
Cito algunos párrafos:

 
“Con relación a las drogas específicas, la mariguana se mantiene como la de mayor consumo con una prevalencia del 1.2%, y con relación al 2008, no hubo un incremento estadísticamente significativo en la población general, pero sí en los hombres en quienes el consumo pasó de 1.7% a 2.2%. La siguiente droga de mayor prevalencia es la cocaína con un 0.5%, similar al 2008. El consumo en el último año de las demás drogas sigue siendo mínimo, abajo del 0.2%.


“Al precisar la información de prevalencias por sexo, los resultados son muy similares, se observa una tendencia al incremento en los hombres, que pasa de 2.5% a 3.0%, pero que no alcanza a ser significativa.


“Los datos para la población urbana, que representa el 77.8% de la población del país y que permite comparar las tendencias desde 1988, muestran una prevalencia del consumo de cualquier droga del 2% en 2011, con un crecimiento no significativo entre las encuestas del 2008 y del 2011”.


“En esta población, las prevalencias más elevadas siguen siendo para el consumo de la mariguana (1.4%) y de la cocaína (0.5%). Por sexo, tampoco hubo incrementos estadísticamente significativos…”


En la comparación internacional, por suerte, estamos en los últimos lugares:


“Al analizar los datos de consumo anual relativos a otros países de la comunidad europea, estos indican claramente que México se encuentra entre los países de menor consumo.


“Con relación a los países de América, el contexto es similar, México se mantiene en un consumo promedio o por debajo del promedio de la mayoría de los países del continente.


“Así, en cuanto a la mariguana, Estados Unidos tiene el mayor consumo anual (13.7%) y en México este es de 1%, únicamente mayor que Ecuador (0.7%) y República Dominicana (0.3%).


“En cocaína, el mayor consumo lo tiene Argentina (2.6%) y en México el consumo es de 0.4%, situándolo en el onceavo lugar de los 15 países analizados.


“En cuanto a las anfetaminas, México ocupa el último lugar (0.2%) donde el mayor consumo se presenta en El Salvador (3.3%) y en Estados Unidos (1.5%).


“Finalmente, México ocupa el último lugar en cuanto al consumo de éxtasis (0.1%), donde la mayor prevalencia se da en los Estados Unidos (1.4%).”


Las drogas nunca llegaron a nuestros hijos —no me queda claro que alguien se las haya querido llevar.
Así que más valdría acabar con el cuento de los cárteles disputándose a balazos nuestro minúsculo mercado doméstico y creando nuestra brutal violencia.


Con estos datos en la mano, preguntémonos como seriedad. Si no somos consumidores, ¿por qué nos hemos matado estos seis años de la manera en que lo hemos hecho?

 

No hay comentarios.: