20 noviembre, 2012

El conflicto entre Hamás e Israel se intensifica

James Phillips




Durante los últimos cuatro días, los militantes islamistas de Gaza han disparado más 840 cohetes contra Israel. Por primera vez, los cohetes de Hamás han alcanzado las afueras de Jerusalén y Tel Aviv, fruto del contrabando de cohetes iraníes con Gaza. El aumento del alcance y la sofisticación de los cohetes palestinos ha ampliado también el alcance de los terroristas, que pueden ahora amenazar a la mitad de la población de Israel.


Israel ha interceptado 302 de esos cohetes con su sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro, según las Fuerzas de Defensa de Israel. El sistema Cúpula de Hierro, en el que ha colaborado Estados Unidos, ha probado su valía y ha subrayado la importancia de la defensa antimisiles en futuros presupuestos militares de Estados Unidos.
Mientras tanto, Irán está buscando (con éxito) mantener caldeado el ambiente a expensas de Israel para poder así distraer a la atención internacional de su programa nuclear. Un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) filtrado a la prensa indica que Irán pronto podría duplicar el número de centrifugadores de sus instalaciones de Fordo, de 700 a 1,400.
El presidente Obama habló ayer sobre el conflicto, diciendo que Israel tiene el derecho de defenderse a sí mismo frente a los ataques con misiles lanzados desde Gaza por parte de Hamás. Pero urgió a Israel a que no lanzara un asalto terrestre contra Gaza, comentando que este pondría en gran riesgo a los soldados israelíes (así como a los civiles palestinos) y que obstaculizaría un proceso de paz ya de por sí frustrante.
“Si viésemos una escalada aún mayor de la tensión en Gaza, la posibilidad de que volviésemos a cualquier tipo de camino hacia la paz que lleve a una solución con dos estados va a ser pospuesta hasta otro momento”, comentó Obama.
Esta declaración pública sólo servirá para fortalecer la decisión de Hamás de continuar con su terrorismo por medio de los cohetes, para luego recoger los beneficios de la propaganda de los ataques aéreos israelíes como represalia, debido a que la declaración del presidente rebaja la percepción de los riesgos de una intervención terrestre israelí. Es más, la principal barrera para la paz es el continuado terrorismo palestino, no las iniciativas legítimas de Israel para proteger a sus propios ciudadanos de los indiscriminados atentados terroristas palestinos.
Egipto, Turquía y la Liga Árabe han criticado duramente a Israel y han pedido un alto en los ataques aéreos. Hamás es una ramificación de los Hermanos Musulmanes y espera atraer al régimen de Egipto (dominado por los Hermanos Musulmanes) para inclinar la balanza en contra de Israel. El gobierno de Egipto también buscará sacar todo el provecho posible, en el sentido de que utilizará esta crisis para denunciar a Israel, respaldar a Hamás y jugar con los sentimientos antiisraelíes dentro de su país, a la vez que tratará de mediar entre bambalinas para llegar a un alto el fuego que aumente su influencia y justifique la continua ayuda que recibe tanto de Estados Unidos como del resto de Occidente.
Si de verdad quisieran impedir el baño de sangre, entonces los líderes de esos países deberían presionar a Hamás para que detuviese el lanzamiento de cohetes, que es lo que dio origen a esta crisis.
Además, Obama debería tener como objetivo principal el contener a Hamás, no a Israel.
Hamás, como es habitual, está empeñado en promover su agenda islamista radical a costa de los intereses nacionales palestinos. Se trata de un movimiento revolucionario más interesado en destruir Israel que en forjar un estado palestino o en proteger a los palestinos de otra tragedia humanitaria urdida por el propio grupo terrorista.
Por su parte, Israel ha llamado a filas a 75,000 reservistas y ha concentrado tropas acorazadas y al menos a 30,000 soldados a lo largo de la frontera, indicando claramente que va en serio en lo que respecta a lanzar una intervención terrestre si Hamás continúa con su bombardeo indiscriminado contra los civiles israelíes.
Estados Unidos tiene que estar junto a Israel frente al terrorismo y respaldar su derecho a defenderse a sí mismo frente a un enemigo despiadado, que se esconde entre los civiles palestinos para lanzar cohetes de forma indiscriminada contra la población civil israelí. Además, Hamás usa habitualmente a niños como escudos humanos. Por tanto, no puede haber una paz palestino-israelí hasta que Hamás y otros grupos islamistas sean derrotados y desacreditados.

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