04 diciembre, 2012

Argentina: El problema no es Clarín – por Nicolás Márquez

Así como el régimen fue por la libertad económica (entre otras), ahora va por la libertad de expresión.
Para tal fin la propaganda oficial acusa al grupo Clarín de haber apoyado al último Gobierno cívico-militar. También agreden a los titulares de ese grupo adjudicándole haber “apropiado ilegalmente Papel Prensa” y haber adoptado ilegalmente “hijos de desaparecidos”. Aparejadamente, le adjudican también a Clarín haberse opuesto al des-gobierno de Raúl Alfonsín en los años ’80 (el kirchnerista tardío Víctor Hugo Morales es el encargado más enfático en relatar esta etapa del relato) y así sucesivamente.
Pero el régimen no quiere destruir Clarín por los argumentos que esgrimen los voceros de los medios estatales o paraestatales. En efecto, si los motivos por los que ahora tanto se escandalizan los asalariados del poder preocupasen de veras, entonces no se explica por qué este mismo gobierno haya sido socio, aliado y amante del citado medio entre el año 2003 y el 2008. Ocurre que desde entonces, Clarín, en pleno conflicto con el campo, decidió apartarse de los lineamientos del gobierno que durante un quinquenio había apoyado sin cortapisas.
¿Por qué quieren descuartizar a ese medio informativo cuando jamás quisieron hacerlo antes?, ¿acaso porque el grupo hoy perseguido ha dejado de titular noticias de manera amable respecto del oficialismo?
Para esta mega-maniobra censuradora, Cristina Kirchner y sus esbirros han dispuesto del aparato político-estatal a los efectos de presionar y amedrentar a la justicia y a la vez llevar a cabo movilizaciones con activistas rentados, en la idea de asignarle fecha cierta al pretendido certificado de defunción que se pretende sobre el grupo perseguido: el 7 de diciembre (7D).
Vale destacar que desde el punto de vista ideológico nada nos comunica ni nos une con Clarín, pero sostenemos que hay que respaldar a este multimedio ante la embestida, pero no por apoyar a un grupo empresarial determinado, sino por apoyar un principio filosófico y un derecho constitucional que el despotismo iletrado que detenta el poder del Estado pretende hacer añicos (tal como ya lo hizo con otros derechos individuales), el cual es la libertad de prensa y expresión.
Para el kirchnerismo, en verdad, el problema no es Clarín como tal, sino la actual insumisión de Clarín respecto de ellos. Para nosotros, el problema tampoco es Clarín, sino la actual intromisión de la prepotencia estatal por sobre las libertades individuales.
Fuente: La Prensa Popular (Argentina)


Colombia: Competitividad, el gran reto – El Colombiano

El Informe Nacional de Competitividad hace manifiestas las falencias que en esta materia tiene el país. Alcanzar la prosperidad colectiva requiere del fortalecimiento de la capacidad competitiva.
El Consejo Privado de Competitividad presentó el “Informe Nacional de Competitividad 2012-2013: Rutas a la Prosperidad Colectiva”. El Informe revisa los avances que el país ha tenido en materia de competitividad y contribuye, desde la óptica del sector privado, con propuestas de políticas que ayuden a la superación de los obstáculos que impiden que Colombia acelere su crecimiento y su desarrollo.
En el Informe se reconoce que, efectivamente, Colombia no logra avanzar en materia de competitividad. Las diferentes mediciones internacionales así lo constatan. Según la clasificación del Foro Económico Mundial (FEM), Colombia ocupa el puesto 69 entre 144 países del mundo y, respecto a la medición de 2011, descendió un puesto. El Informe de Competitividad del Institute for Management Development nos ubica en el lugar 52 entre 59 países.
Más aún, y como lo señala el Consejo, nuestro país está cada día más rezagado frente a sus pares latinoamericanos, como Perú, Panamá, Brasil, Costa Rica y México. El reporte muestra cómo, a pesar de que Colombia ha construido, durante 20 años, toda una institucionalidad para la competitividad, los resultados de estos esfuerzos no se han manifestado en mejoras efectivas de la capacidad competitiva de la nación.
También preocupa que el país continúe teniendo una canasta exportadora poco diversificada y de bajo nivel de sofisticación, la misma de décadas atrás. A esto se le agrega el hecho de que el boom minero-energético agrava la situación. Todo hace pensar que nos encontramos retenidos en lo que se conoce como la “trampa de país de ingreso medio”.
Para que Colombia salga de dicha trampa es necesario superar “numerosas distorsiones y cuellos de botella que lo limitan”. Para ello, en línea con la Agenda Nacional de Competitividad, el Informe propone que el país trabaje guiado por dos grandes agendas.
Una es la agenda horizontal que aborda aquellos factores que, como la infraestructura y las instituciones, son transversales al desarrollo de los diferentes sectores económicos.
La otra es la vertical, que tiene como propósito remover los obstáculos que afectan la productividad de los mismos y no dejan que surjan nuevos sectores. Esta agenda se resume en lo que se conoce como la Política de cambio estructural o Política industrial moderna.
La combinación de ambas agendas y su ejecución eficaz deben asegurarle al país, como lo ha señalado el profesor de la Universidad de Harvard, Dani Rodrick, autoridad mundial en estos asuntos, un crecimiento más alto y sostenible.
En materia de agenda horizontal, el informe trae una serie de recomendaciones en diversos campos. En estas páginas editoriales se ha sostenido que, como lo muestran los resultado del FEM para Colombia, es necesario concentrar y priorizar los esfuerzos en aquellos aspectos básicos donde el país exhibe los mayores atrasos. Mientras ello no se haga, no tendremos avances sostenibles.
Igualmente, celebramos que la promoción de políticas sectoriales activas, como medio de conseguir el cambio estructural que el país demanda, sea objeto de acciones deliberadas a través de la ejecución de la agenda vertical. La eficacia en su aplicación determinará si salimos o no de la trampa de crecimiento en la que estamos inmersos.
El Gobierno no deberá olvidar que el logro sostenible de la prosperidad colectiva requiere, necesariamente, del desarrollo de las capacidades competitivas de la Nación. De allí que, además de la equidad, el gran reto que enfrenta el país, es el de la competitividad.

Colombia: Cacerolazo contra Santos el 5 de diciembre – Minuto 30

Colombia: Cacerolazo contra Santos el 5 de diciembre – Minuto 30

Este 5 de diciembre en las plazas más importantes del país, se realizará una manifestación de inconformismo a las políticas del actual gobierno; La manifestación pública es un derecho fundamental consagrado en los artículos 37, 39 y 107 de la constitución Política de Colombia.
Estos artículos son definidos como derechos políticos, en tanto que la consagración de estos derechos se caracteriza por proteger los derechos colectivos de las personas que se reúnen pública y pacíficamente con el fin de obtener un beneficio común aprobando o rechazando una situación específica que les beneficia o afecta a dicha población.
Artículo 37 de la C. N “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de éste derecho”
Partiendo de lo enunciado anteriormente, algunos colombianos están desarrollando lo que han auto denominado “cacerolazo pa santos” un evento que se impulsa en las redes sociales de una manera organizada y a conciencia.
Todos los colombianos que tengan inconformidad con las políticas del actual gobierno, pueden acompañarlos y asi unirse como un solo cuerpo a dar a conocer el disgusto con las políticas, que los organizadores consideran “infames y traicioneras”, de este gobierno.
Los miembros del comité organizador de Cacerolazo pa Santos en Bogotá, expresan las razones por las cuales consideran importante la convocatoria del evento y realizar la invitación a todos los colombianos a ser participe de ello.
RAZONES POR LAS CUALES APOYAR EL CACEROLAZO:
1. El reverdecimiento de las acciones terroristas, en claro detrimento de la seguridad alcanzada en la última década. Hoy, los colombianos volvimos a ser objeto de asesinatos, secuestros y extorsiones. Los terroristas regresaron a las carreteras, con sus cilindros de gas volvieron a la práctica de toma de poblaciones, y retomaron el asesinato indiscriminado de miembros de la fuerza pública y de civiles.
2. La reforma a la justicia, uno de los proyectos bandera del gobierno, en el que gastaron casi dos años de deliberaciones, demostró que se trataba de una manguala en la que pretendían lograr unos privilegios para congresistas y magistrados de las altas cortes, en detrimento de los intereses de los ciudadanos que demandamos una justicia pronta, imparcial y efectiva.
3. Las víctimas de la guerrilla de las Farc que, con toda legitimidad han pedido ser escuchadas en la mesa de diálogo de La Habana, han sido insólitamente maltratadas e ignoradas por el gobierno. Queremos la paz, pero sin impunidad. Anhelamos la paz, pero con la garantía de que quienes han cometido los crímenes más atroces que ha padecido nuestra sociedad sean castigados y no premiados con cargos de elección popular o de libre nombramiento en las más altas esferas del poder.
La única representación femenina se limita a una peligrosa terrorista de nacionalidad holandesa, cuyo prontuario es estremecedor.
4. La reforma Pensional, esencial para el país, no ha sido planteada de una manera digna desde que se creó el Ministerio de Trabajo con el objetivo de sacar adelante esa iniciativa y aún seguimos sin una propuesta firme materializada.
5. La ejecución de proyectos de inversión, esencial para el desarrollo municipal y departamental, se encuentra congelada por cuenta de la demora inexplicable del gobierno para girar los recursos de las regalías.
6. Las locomotoras anunciadas por el gobierno se oxidan en unas estaciones de las que nunca partieron. El gobierno se quedó en los anuncios, pero fue incapaz de pasar a la etapa de ejecución y lo que se ha tratado de ejecutar es un atentado a la dignidad del pueblo colombiano. ( reforma tributaria, justicia y educación)
7. La reforma educativa, necesaria para hacer de nuestros jóvenes personas competitivas en un mundo globalizado y necesaria para el cambio de las estructuras económicas y sociales para mitigar el abandono a las instituciones educativas, que de manera urgente necesita el país, Se trataba de un detrimento de los intereses de los estudiantes que demandan educación de calidad y al alcance de todos. Han pasado casi dos años del retiro del proyecto sin que la ministra del ramo haya propuesto una nueva iniciativa y sin que escuche y debata la propuesta que la MANE ha planteado.
8. La política agraria ha generado desconfianza en el sector, lo cual se ha traducido en una desaceleración en la inversión y producción agrícola colombiana.
9. El reciente fallo de la Corte de La Haya, en el que la soberanía colombiana sobre las aguas del mar Caribe fue menoscabada, genera una responsabilidad política sobre el gobierno que ha tenido una errática política exterior. No acatamos el fallo.
10. Preocupa que el Gobierno abandonara las denuncias por presencia de las Farc en territorio venezolano y que busque a toda costa legitimar a un gobierno que ha albergado, financiado y protegido a terroristas que atentan contra nuestro pueblo. Gobierno y Congreso Aprobaron el Marco Jurídico para la Impunidad de los terroristas.
En su campaña dijo: Jamás hablare con terroristas - No subiré impuestos – Ahora Reforma tributaria – Apoyando Burocracia.
CIUDADES DEFINIDAS HASTA AHORA:
San Andrés: por Definir sitio – 7 p.m.
- Bogotá: Parque Nacional – desde las 6 p.m. sobre la carrera séptima
Cartagena: Torre del Reloj – 7 p.m.
Medellín: Parque de las Luces – 7 p.m.
- Cali: Parque de las Banderas – desde las 6 p.m.
- Bucaramanga: Parque Turbay – 7 p.m.
Barranquilla: Plaza de la Paz – 7 p.m.
- Barrancabermeja: (parque central) – 7 p.m.
Valledupar: Plaza Alfonso López Pumarejo – 7 p.m.
Montería: Plaza de Bolívar – 7 p.m.
- Popayán: Parque Caldas – 7 p.m.
- Ibagué: Plaza Murillo Toro – 7 p.m.
- Santa Marta: Plaza de la Catedral – 7 p.m.
- Manizales: Parque de los novios – 7 p.m.
Cúcuta: Parque Santander – 7 p.m.
Armenia: Parque Fundadores – 7 p.m.
Ocaña: Estadero la Trampa. Avenida Fco Fernández de Contreras – 7 p.m.
- Valledupar: Plaza Alfonso López – 7 p.m.
- Sincelejo: Plaza Santander – 7 p.m.
- Yopal: parque Ramón Nonato Pérez – 7 p.m.
- Palmira (Valle): por definir sitio – 7 p.m.
- Tuluá (Valle): Parque de Boyacá – 7 p.m.
- Acacias Meta: Parque Fundadores – 7 p.m.
Mas informacion en: Cacerolazo pa Santos

EE.UU.: Los problemas revelados por los escándalos

por Gene Healy

Gene Healy es Vice Presidente de Cato Institute.
No puedo comprender ese tipo de regaño de ciertas personas en Washington, DC, quienes consideran que los escándalos políticos son distracciones de “la tarea de gobernar”. Los puestos de primera fila para ver el último escándalo son una de las pocas características a favor de vivir en este miserable pueblo burocrático.
Conforme el deshonrado ex jefe de la CIA, el General David Petraeus, se dirigía a mediados de este mes a testificar en el Congreso acerca del ataque del 11 de septiembre de 2012 al consulado estadounidense en Benghazi, Libia, no quedaba claro si este resultaría ser uno de estos tipos de escándalos.
Con todo el enfoque en “¿quién alteró los puntos de discusión de la CIA?” y “¿Qué sabía Susan Rice [la embajadora de EE.UU. ante la ONU] y cuándo lo supo?” —los republicanos parecen estar pasando por alto las preguntas más fundamentales. Para empezar, ¿qué tal esta?: “¿Para qué estamos en Libia?”
Después de todo, la aventura de 2011 en Libia del presidente Obama, antecedente de la tragedia en Benghazi, fue una guerra innecesaria de acuerdo al mismo secretario de defensa del presidente. “No creo que constituya un interés vital para EE.UU.”, dijo el entonces jefe del Pentágono Robert Gates en el programa de NBC “Meet The Press” conforme volaban los misiles Tomahawk.
Además, es una guerra que el mismo fiscal general del presidente aparentemente cree que fue ilegal. Aunque la Oficina de Asesoría Legal (OLC, por sus siglas en inglés) del Departamento de Justicia aportó una fachada legal para el ataque inicial a Libia, ellos se opusieron conforme la guerra se acercaba al período límite de 60 días para detener la participación en “hostilidades” no autorizadas por el Congreso —en virtud de la Resolución de Poderes de Guerra (WPR, por sus siglas en inglés). La directora temporal de la OLC, Caroline D. Krass, le dijo al presidente que un bombardeo continuo violaría la WPR y el “Fiscal General Eric H. Holder Jr., respaldó la opinión de la Sra. Krass, dijeron funcionarios”, según Charlie Savage del New York Times.
El presidente Obama, sin inmutarse, buscó una segunda opinión y obtuvo una de un asesor más obediente en el Departamento de Estado y continuó bombardeando.
Una guerra ilegal e innecesaria por lo menos merece tanta atención como la que está recibiendo la debacle en Benghazi. Con todos los medios a su alcance, el Congreso debería investigar si la administración deliberadamente engañó al público y debería ver cómo fortalece la seguridad de los diplomáticos estadounidenses.
Pero el Congreso también debe considerar fortalecer la ineficaz Resolución de Poderes de Guerra. El representante Walter Jones (Republicano de Carolina del Norte) ha propuesto legislación que implementaría un recorte automático de financiamiento para las guerras no autorizadas por el Congreso. Tal vez vale la pena escucharlo.
En cuanto al asunto de Petraeus, mi colega Julian Sanchez señala que “el verdadero escándalo aquí podría ser el poder del FBI de realizar búsquedas a ciegas en las comunicaciones más íntimas de los estadounidenses”. Sanchez indica que la Ley de Privacidad en las Comunicaciones Electrónicas (ECPA, por sus siglas en inglés) fue redactada en 1986, “cuando el juego Atari reinaba” y, en virtud de esta, “los investigadores muchas veces ni siquiera requieren de una orden legal de allanamiento —en virtud de la Cuarta Enmienda a la Constitución— para realizar una búsqueda en sus correos electrónicos”. El Senador Patrick Leahy (Demócrata de Vermont) ha propuesto enmendar ECPA para requerir causa probable y una orden legal para realizar búsquedas en correos electrónicos.
El período de Watergate lleno de escándalos —con sus revelaciones de intervenciones en líneas telefónicas sin autorización, de guerras secretas, de abusos de inteligencia y de la obstrucción de la justicia— resultó ser de lo más fascinante y edificante en la historia de EE.UU. Como un beneficio agregado, promovió reformas como la Resolución de Poderes de Guerra, la Ley de Privacidad y la Ley de Vigilancia de Inteligencia Exterior, las cuales, mientras que son imperfectas, por lo menos empezaron a abordar el problema de un poder ejecutivo ilimitado.
En medio del tumulto que rodea las actividades extracurriculares del General Petraeus y el encubrimiento de la administración en el asunto de Benghazi, se está volviendo cada vez más claro que nuestro Estado de Seguridad Nacional/Vigilancia Nacional está una vez más fuera de control. Llevar la cuenta de los puntos y ganar puntos siempre es parte del juego del escándalo; aún así, sería bueno si el Congreso empezara a abordar los problemas más profundos que estos escándalos revelan.

EE.UU.: ¿Por qué reeligieron a Obama?

por Carlos Alberto Montaner

Carlos Alberto Montaner es periodista cubano residenciado en Madrid.
¿Por qué reeligieron a Obama? Lo preveían y explicaban convincentemente los autores de The Keys to the White House (aproximadamente Las claves para alcanzar la Casa Blanca): porque la sociedad estadounidense fundamentalmente juzga y decide por la experiencia de los cuatro años previos del incumbente o titular de ese cargo.
Sí el pueblo estadounidense está básicamente conforme con el desempeño de su presidente, aunque le encuentre ciertos reparos, lo ratifica en el cargo. Si no es así, lo despide, o rechaza al partido al que pertenece, si se trata de un segundo término. Ese factor racional pesa más que las campañas publicitarias y los debates.
Los autores de este modelo de predicción, que no utiliza encuestas ni asigna porcentajes de votos en el hipotético resultado, son el historiador estadounidense Allan Lichtman y el matemático de origen ruso Vladimir Keilis-Borok. Hasta ahora han acertado en todas las elecciones presidenciales estadounidenses en que lo han aplicado (las últimas ocho), y, si les creemos, han podido verificar el carácter infalible del método en los pasados comicios presidenciales desde 1860, fecha a partir de la cual se tiene suficiente información disponible.
¿Cómo funciona esa bola de cristal? Se trata de 13 cuestiones fundamentales con las que la mayoría de los estadounidenses elabora su juicio sobre la conveniencia de cambiar o no al inquilino de la Casa Blanca. Si el presidente falla en más de cinco, no será reelecto. Si lo suspenden en menos de cinco, le dan otra oportunidad de servir. Obama, a juzgar por este modelo de predecir, falló en sólo tres y, por lo tanto, lo mantienen al frente del Ejecutivo.
Las trece consideraciones son las siguientes:
1. El partido al que pertenece el Presidente aumentó el número de congresistas en las elecciones de medio periodo, a los dos años de haber sido electo. (Perdió curules en esas elecciones. Primer fallo de Obama).
2. El Presidente, dentro de su propio partido, no tiene retadores que pretendan sustituirlo. (Nadie retaba a Obama).
3. Incumbencia. El aspirante es, a su vez, el titular. (Obama es el incumbente).
4. No hay un tercer partido con peso electoral significativo. (No lo hay. Ross Perot impidió que Bush padre fuera reelecto. Ralph Nader obtuvo 97.000 votos en Florida en el año 2000 y le quitó la presidencia a Al Gore. Ese año Bush ganó la Florida, y con ella la presidencia, por 537 votos).
5. Recesión durante las elecciones. (EE.UU. no está en recesión. Tiene problemas económicos, pero no está en recesión).
6. Estado general de la economía. (En general, la economía no ha crecido como en el pasado y se avizoran más problemas. El enorme aumento de la deuda pública es un asunto muy grave. Segundo fallo de Obama).
7. Grandes cambios en las medidas de gobierno. (En realidad, no los ha habido. La reforma del sistema sanitario —el seguro obligatorio de salud— no es exactamente un turning point y el aumento de los impuestos, si se aprueba, sería volver a la situación anterior a George W. Bush).
8. Grandes conflictos sociales. (No los ha habido. Las manifestaciones de los indignados han sido considerablemente menores que en Europa y se han limitado a algunas protestas en Wall Street).
9. Escándalos. (La administración de Obama, durante sus primeros cuatro años, no ha pasado por ningún escándalo público ni privado significativo).
10. Fracaso militar. (El gobierno de Obama no ha sufrido una derrota militar notable o padecido un acto terrorista importante. Las tropas en Irak completarán pronto su retirada, como estaba previsto, y las desplegadas en Afganistán preparan su despedida).
11. Éxito militar. (La muerte de Osama Bin Laden y de otros líderes de Al Qaeda ha podido presentarse como una victoria en ese terreno).
12. Carisma o perfil heroico del incumbente. (Tercer fallo de Obama. Es un buen comunicador, pero no posee la atracción o el carisma de un J.F. Kennedy o de un F.D. Roosevelt, ni es un héroe como lo fue Eisenhower. Es más bien un líder contenido y discreto).
13. Carisma o perfil heroico de su oponente. (Mitt Romney tampoco proyectaba la imagen de un candidato carismático y mucho menos era percibido como un héroe. Estábamos ante un hombre inteligente, decente, apuesto y buen empresario, pero no ante alguien que conectara emocionalmente con las masas).
Hechas las sumas y las restas, la sociedad estadounidense, aunque muy dividida, ratificó a su presidente. De paso, volvió a darle la razón a The Keys to the White House.

La tragedia de Alemania

por Axel Kaiser

Axel Kaiser es investigador del Instituto Democracia y Mercado (Chile) y columnista de ElCato.org. Axel obtuvo el primer lugar en nuestro primer concurso de ensayos, Voces de Libertad 2008.
En su notable ensayo Politics and the English Language, George Orwell advirtió que “el lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas, el asesinato respetable y para dar apariencia de solidez al mero viento”. En pocos lados en la actualidad esto se observa de manera más cruda que en Alemania.“Si fracasa el euro fracasa Europa” repite una y otra vez Angela Merkel como si no hubiera doce miembros de la unión politica que no tienen el euro y con los cuales se convive y comercia en perfecta armonía y como si el periodo de mayor prosperidad y paz de la historia europea no hubiera sido precisamente antes de la introdución de la moneda común.
Pero eso no cuenta. El euro hay que salvarlo “cueste lo que cueste” según Merkel. Para diluir la resistencia de la población y encubrir su colosal fracaso, políticos de todos los sectores difunden el mito de que Alemania fue la mayor beneficiada del euro. Prueba de ello sería el enorme superávit comercial con la periferia. Lo que no dicen estos políticos, es que ese superávit comercial fue financiado por los países de la periferia con crédito proveniente de Alemania. De este modo, los europeos del sur adquirieron productos alemanes con dinero alemán que ahora no pueden pagar. Ese es el gran negocio que, según el ministro de finanzas Wolfgang Schaeuble, hizo Alemania bajo el euro. Que en ese mismo periodo de “éxito” el país haya tenido la menor tasa de inversión de la OCDE, cinco millones de cesantes y el crecimiento más bajo de la zona euro, se le oculta celosamente a la población. El mismo Schaeuble afirmó esta semana, sin mover una ceja, que la crisis griega no iba a costar ni un solo euro a los alemanes. No sorprende que un importante medio de ese país haya advertido que Merkel y Schauble arriesgan quedar como unos “mentirosos” frente a la población.
Pero es todavía peor, porque el euro significó para Alemania sacrificar la preciosa Deutsche Mark y ceder el control de su ejemplar política monetaria. Hoy, el país concurre con un 27% del capital al Banco Central Europeo y tiene un solo voto en el consejo del mismo, igual que Malta o Chipre. Es difícil imaginar una fórmula más efectiva y antidemocrática para echar mano a los recursos de los alemanes y fácil comprender la frustración de Jens Weidmann, presidente de la Bundesbank. Las cifras lo dicen todo. El BCE, mediante el sistema llamado “target credit”, ha transferido de manera secreta dineros alemanes por una suma cercana a 380 mil millones de euros. Si se añade la compra de bonos y los paquetes de rescate, la exposición de Alemania al euro se aproxima a 750 mil millones de euros o cerca de un tercio del PIB. Con más de un 80% de deuda sobre el PIB, bastaría con que una fracción de esos créditos falle para arrastar a Alemania a la quiebra. Pero a los políticos no les importa. Ellos ya  han sacrificado el interés de su pueblo en beneficio de unos pocos banqueros y en aras de un fanatismo europeísta que está llevando al país al mayor desastre desde la Segunda Guerra Mundial.

La crisis financiera y el mito de la liberalización financiera

por John Allison

John Allison es Presidente y CEO del Cato Institute.
Los partidarios de un Estado grande han construido la política económica sobre una serie de mitos. Uno es que los ‘capitalistas ladrones’ se aprovecharon del hombre común y corriente para crear sus fortunas. De hecho, los grandes industrialistas, como John D. Rockefeller, mejoraron dramáticamente la calidad de vida de todos. Otro mito es que el New Deal del presidente Roosevelt acabó con la Gran Depresión, cuando de hecho la depresión no se acabó hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando sus políticas fueron abandonadas.
El nuevo mito es que la reciente crisis financiera y fracasada recuperación fueron causadas por la liberalización bancaria y la ambición en Wall Street. En honor a la verdad, la industria de la banca nunca fue desregulada. Hubo un aumento masivo de regulaciones durante la administración Bush, incluyendo la Ley de Privacidad, la Ley Patriota y la Ley Sarbanes-Oxley. La industria de la banca fue mal regulada, no desregulada. Estas nuevas leyes dirigieron fundamentalmente mal la administración del riesgo bancario. Siempre ha habido mucha ambición (y miedo) en Wall Street. Sin embargo, no hay ni una gota de evidencia de que una plaga de ambición invadió las finanzas.
La crisis financiera fue principalmente causada por la política estatal. No vivimos en un libre mercado. Vivimos en una economía mixta. La industria de la tecnología es en gran medida libre de regulaciones y como resultado se ha desempeñado bien durante varios ciclos económicos. Los servicios financieros constituyen la industria más regulada en el mundo, y como esto es así, no sorprende que la industria haya sido tan problemática.
La verdadera causa de la crisis financiera fue una combinación de errores por parte de la Reserva Federal, junto con la política estatal de vivienda, que fue implementada por Freddie Mac y Fannie Mae. Nada de esto hubiera existido en un mercado libre.
A principios de los 2000 Alan Greenspan estaba acercándose al final de su carrera en la Fed mientras que EE.UU. estaba experimentado una pequeña corrección económica. Greenspan quería salir como un héroe, entonces él ‘imprimió’ dinero para crear unas tasas de interés reales negativas gracias a las cuales uno podía prestar a una tasa menor a la tasa de inflación. Esto condujo a un gigante incremento del endeudamiento.
Cuando la Fed imprime dinero pensamos que somos más ricos de lo que en realidad somos y esto crea un consumo excesivo. El consumo en gran medida migró hacia el mercado de bienes raíces residenciales gracias a las cuotas de préstamos asequibles para vivienda impuestas por el Congreso sobre Freddie y Fannie.
Por cierto, la vivienda constituye un consumo más no una inversión. Usted puede consumir una casa de igual manera que consume un auto. Durante la bonanza liderada por el Estado, la vivienda experimentó un excedente de capital en medio de un déficit de capital para los innovadores comerciales.
Irónicamente, en lugar de ser causada por la ambición, la causa filosófica de la crisis financiera fue el altruismo. El altruismo no es lo mismo que la benevolencia. Todos son más importantes que usted, según el altruismo. Como lo interpretan los estatistas, el altruismo significa que el colectivo es todo y el individuo no importa.
Todos tienen el derecho a una casa agradable. ¿Provista por quién? Todos tienen el derecho a una atención médica gratuita. ¿Provista por quién? ¿Mi derecho a la atención médica gratuita es mi derecho a obligar al doctor a proveer la atención o de obligar a otro a pagar por mi doctor? Todo esto está en conflicto con el concepto tradicional de derechos en EE.UU. Según este concepto, cada uno de nosotros tiene derechos sobre lo que uno produce. No tenemos derecho a disponier de lo que otra persona produce.
EE.UU. debe cambiar radicalmente de dirección. El fundamento para ese cambio es filosófico. La cura para nuestros problemas son los principios que hicieron de EE.UU. una nación grandiosa en primer lugar: La vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Usted tiene un derecho moral sobre su propia vida y sobre el producto de su trabajo, incluyendo el derecho de regalar cuanto desee de lo que produce a quien usted desee regalárselo. Los conceptos políticos que se derivan de estas ideas filosóficas son los derechos individuales, un Estado limitado, los mercados libres —o, dicho de manera más sencilla, el capitalismo.

La tragedia de Alemania

por Axel Kaiser

Axel Kaiser es investigador del Instituto Democracia y Mercado (Chile) y columnista de ElCato.org. Axel obtuvo el primer lugar en nuestro primer concurso de ensayos, Voces de Libertad 2008.
En su notable ensayo Politics and the English Language, George Orwell advirtió que “el lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas, el asesinato respetable y para dar apariencia de solidez al mero viento”. En pocos lados en la actualidad esto se observa de manera más cruda que en Alemania.“Si fracasa el euro fracasa Europa” repite una y otra vez Angela Merkel como si no hubiera doce miembros de la unión politica que no tienen el euro y con los cuales se convive y comercia en perfecta armonía y como si el periodo de mayor prosperidad y paz de la historia europea no hubiera sido precisamente antes de la introdución de la moneda común.
Pero eso no cuenta. El euro hay que salvarlo “cueste lo que cueste” según Merkel. Para diluir la resistencia de la población y encubrir su colosal fracaso, políticos de todos los sectores difunden el mito de que Alemania fue la mayor beneficiada del euro. Prueba de ello sería el enorme superávit comercial con la periferia. Lo que no dicen estos políticos, es que ese superávit comercial fue financiado por los países de la periferia con crédito proveniente de Alemania. De este modo, los europeos del sur adquirieron productos alemanes con dinero alemán que ahora no pueden pagar. Ese es el gran negocio que, según el ministro de finanzas Wolfgang Schaeuble, hizo Alemania bajo el euro. Que en ese mismo periodo de “éxito” el país haya tenido la menor tasa de inversión de la OCDE, cinco millones de cesantes y el crecimiento más bajo de la zona euro, se le oculta celosamente a la población. El mismo Schaeuble afirmó esta semana, sin mover una ceja, que la crisis griega no iba a costar ni un solo euro a los alemanes. No sorprende que un importante medio de ese país haya advertido que Merkel y Schauble arriesgan quedar como unos “mentirosos” frente a la población.
Pero es todavía peor, porque el euro significó para Alemania sacrificar la preciosa Deutsche Mark y ceder el control de su ejemplar política monetaria. Hoy, el país concurre con un 27% del capital al Banco Central Europeo y tiene un solo voto en el consejo del mismo, igual que Malta o Chipre. Es difícil imaginar una fórmula más efectiva y antidemocrática para echar mano a los recursos de los alemanes y fácil comprender la frustración de Jens Weidmann, presidente de la Bundesbank. Las cifras lo dicen todo. El BCE, mediante el sistema llamado “target credit”, ha transferido de manera secreta dineros alemanes por una suma cercana a 380 mil millones de euros. Si se añade la compra de bonos y los paquetes de rescate, la exposición de Alemania al euro se aproxima a 750 mil millones de euros o cerca de un tercio del PIB. Con más de un 80% de deuda sobre el PIB, bastaría con que una fracción de esos créditos falle para arrastar a Alemania a la quiebra. Pero a los políticos no les importa. Ellos ya  han sacrificado el interés de su pueblo en beneficio de unos pocos banqueros y en aras de un fanatismo europeísta que está llevando al país al mayor desastre desde la Segunda Guerra Mundial.

EL CAPITALISMO

Cómo perdió la izquierda el debate.
capitalismo
AFP/Getty Images
Uno podría pensar que una crisis provocada por un capitalismo voraz y descontrolado haría cambiar de opinión a unos cuantos sobre la naturaleza fundamental de la economía mundial.
Pues se equivocaría. Es verdad que hoy abunda el sentimiento anticapitalista en el mundo, sobre todo porque una crisis debida a los peores excesos del sistema sigue haciendo estragos en la economía mundial. De existir algo es, precisamente, una sobrecarga de críticas sobre los horrores del capitalismo: libros, investigaciones periodísticas y reportajes de televisión que nos hablan de empresas que contaminan sin piedad nuestro medio ambiente, banqueros corruptos que siguen cobrando primas sustanciosas mientras sus bancos son rescatados gracias al dinero de los contribuyentes y fábricas en las que hay niños trabajando horas sin fin.
Sin embargo, por terribles que sean los abusos o por mucho que sean indicativos de un fracaso más amplio, más estructural, esas críticas llegan solo hasta un límite. El objetivo es siempre democratizar el capitalismo para luchar contra los excesos y ampliar el control democrático de la economía mediante la presión de un mayor escrutinio por parte de los medios, investigaciones parlamentarias, leyes más estrictas e investigaciones policiales limpias. Lo que nunca se pone en tela de juicio es el estado legal burgués del que depende el capitalismo moderno y que sigue siendo la vaca sagrada que ni siquiera los críticos más radicales como los de Occupy Wall Street y el Foro Social Mundial se atreven a tocar.
No es extraño, pues, que las optimistas esperanzas izquierdistas de que la crisis iba a ser una experiencia aleccionadora -el despertar de un sueño- hayan demostrado tener una imprudente falta de visión de futuro. Es indudable que 2011 fue el año en el que soñamos peligrosamente, en el que renació la política radical de la emancipación en todo el mundo. Un año después, cada día aporta nuevas pruebas de lo frágil y desigual que fue ese despertar. El entusiasmo de la primavera árabe está atrapado entre compromisos y fundamentalismos religiosos; Occupy Wall Street ha perdido tanto impulso que cuando la policía de Nueva York limpió Zuccotti Park los miembros del movimiento casi se sintieron aliviados. Lo mismo sucede en otros países: los maoístas de Nepal parecen superados por las estrategias de las fuerzas monárquicas reaccionarias; el experimento bolivariano de Venezuela se parece cada vez más a un populismo caudillista; e incluso la señal más esperanzadora, el movimiento antiausteridad de Grecia, ha perdido fuerza tras la derrota electoral del partido de izquierdas Syriza.
Da la impresión de que la consecuencia política fundamental de la crisis económica no fue el ascenso de la izquierda radical, sino la extensión del populismo racista, más guerras, más pobreza en los países más pobres del Tercer Mundo y brechas cada vez más amplias entre ricos y pobres. Aunque las crisis sacuden a la gente, la sacan de su conformismo y le hacen replantearse el fundamento de su vida, la primera reacción espontánea no es la revolución sino el pánico, que empuja a una vuelta a lo más básico: alimento y techo. No se cuestionan las premisas centrales de la ideología dominante. En todo caso, se reafirman incluso con más violencia.
¿Es posible que estemos presenciando las condiciones para una radicalización aún mayor del capitalismo? El filósofo alemán Peter Sloterdijk me dijo en una ocasión que, si hay una persona viva a la que dedicarán monumentos de aquí a 100 años es Lee Kuan Yew, el dirigente de Singapur que más hizo para fomentar y llevar a la práctica la combinación de capitalismo y autoritarismo, un sistema al que aplicó la eufemística etiqueta de “valores asiáticos”. Hoy, el virus de ese capitalismo autoritario se extiende poco a poco, pero con paso firme, por todo el globo, en particular en China.
Ante la explosión actual del capitalismo en China, los analistas suelen preguntarse cuándo se establecerá la democracia política, el acompañante político natural del capitalismo. Pero ¿y si la democratización prometida no llega nunca? ¿Y si el capitalismo autoritario del gigante asiático no es un alto en el camino hacia la democratización sino el estado final hacia el que se dirige el resto del mundo?
León Trotsky explicó una vez que la Rusia zarista era “la despiadada combinación del knout (látigo) asiático y la bolsa europea”, pero la descripción sirve todavía mejor para la China actual. En su encarnación china, esta mezcla tal vez acabe siendo más estable que el modelo capitalista democrático que hemos llegado a considerar natural.
La principal víctima de la presente crisis, por tanto, no es el capitalismo, que parece estar evolucionando hacia una forma todavía más omnipresente y perniciosa, sino la democracia; para no hablar de la izquierda, cuya incapacidad de ofrecer una alternativa viable al mundo ha vuelto a quedar a la vista de todos. Es la izquierda la que, a la hora de la verdad, estaba desprevenida. Casi como si se hubiera orquestado esta crisis para dejar claro que la única solución para un fracaso del capitalismo es más capitalismo.

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