Pemex nos debe una explicación.
Los medios de comunicación mostramos dos videos de lo ocurrido la
mañana del 18 de septiembre en el Centro Receptor de Gas y Condensados
de Pemex en Reynosa, Tamaulipas. Fue la peor tragedia en su tipo sólo
después de San Juanico (19 de noviembre de 1984), donde murieron más de
500 personas.
Sobra decirlo, pero las imágenes son de alto impacto.
Pemex no ha desmentido su autenticidad. Es más, exige una
investigación —tan profunda como un pozo— para dar con quién o quiénes
hayan filtrado los videos a través de YouTube.
Son imágenes del momento preciso —10:45 hrs.— en cual se produce la explosión causante de 31 muertos y 46 lesionados.
–¿Qué sucedió?
Primero supimos la noticia… ahora vimos lo ocurrido… pero aún ignoramos las verdaderas causas de la tragedia.
Familiares de las víctimas esperan la conclusión de los peritajes. Pemex los promete para este mes.
Mientras, los huecos de información se llenan de conclusiones.
Por ejemplo, una fuente bien informada señala que los sistemas de
seguridad en calidad de aire y fugas no marcaban ningún nivel de alerta
ni señal de peligro.
La explosión pudo ser una reacción en cadena a causa del gas
acumulado en la zona. Todo pudo haber ocurrido cuando un tractocamión
circulaba dentro de las instalaciones de la planta de gas. Es probable
que no llevara el dispositivo “antichispa”.
Otros expertos consideran que el calor producido por un estallido de
esta naturaleza alcanzaría unos ocho mil grados centígrados de
temperatura… calor suficiente para reducir a cenizas —de manera
instantánea— cualquier ser vivo en 200 metros —o más— a la redonda.
Uno de los videos muestra a varios trabajadores justo cuando son arrasados por la masa de humo y fuego.
Peritos en ciencias forenses encontraron unos tres kilos de cenizas
orgánicas humanas y algunos huesos excesivamente porosos, tanto que al
tacto se pulverizaron. Llaman a este material “restos humanos no
identificables” —no hay forma de hacer exámenes de ADN—. Por lo tanto,
no hay cuerpos… y si no hay cuerpos, tampoco indemnizaciones.
A casi tres meses de la tragedia sólo cuatro de las 31 familias de
los trabajadores fallecidos han sido indemnizadas conforme a la ley. Los
deudos de otros 27 no han tenido forma de demostrar la presencia de sus
familiares en el lugar. Varios, eran subcontratados, es decir, no
pertenecían directamente a Pemex y, por tanto, la paraestatal no se hace
responsable.
Mientras todo se aclara, anote a Pemex cuatro faltas: negligencia,
irresponsabilidad, ausencia de compromiso... e intentos de desviar la
atención.
MONJE LOCO: Dicen que en la Sedesol vive Rosario Robles,
pero el que “manda” vive enfrente… y que le llenan los zapatos de
piedritas… Todo “su equipo” es priista. Son enviados del “señor”. El
pasado pesa. Oportunidades, en manos de Paula Angélica Hernández, gente de Osorio Chong. Diconsa le cayó a Héctor Eduardo Velasco, que fue coordinador de giras en la campaña de Peña Nieto. Juan Carlos Lastiri, ex salinista, será subsecretario. Otro, Javier Guerrero, cercano a Rubén Moreira, en Coahuila. No cabe duda que Rosario quedó requetebién bien “arropada”. Tal parece, que el mensaje a Rosario es indudable: “Tate quieta” y “engarrótate ahi”.
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