07 febrero, 2013

IFE: Salvan el pacto y no sancionan a nadie

R I C A R D O   A L E M á N 
Itinerario político
IFE: Salvan el pacto y no sancionan a nadie

En efecto –como lo dijimos ayer en este espacio–, resulta que a los consejeros del IFE no les importó la trampa en que habrían incurrido el PRI y los partidos de izquierda –en la elección presidencial–, y en su lugar prefirieron el juego de la política; salvar el Pacto por México, antes que sancionar a los tramposos.

Por lo menos esa es la conclusión que se puede sacar de la penosa actuación de consejeros como Alfredo Figueroa, Lorenzo Córdova, Benito Nacif, Macarita Elizalde y María Marbán, quienes participaron en un censurable montaje que mandó hasta julio próximo la presentación del "dictamen consolidado" de la Unidad de Fiscalización del IFE, sobre el rebase del tope de campaña.

Y tampoco les importó a esos que en su grosero montaje prácticamente destruyeron la credibilidad y la confianza de la Unidad de Fiscalización, a la que torpedearon hasta hacerla ver como el más vendido de los instrumentos del IFE, cuando en la realidad es una de las pocas áreas rescatables.

La burla comenzó cuando los consejeros Alfredo Figueroa y Lorenzo Córdova –dos probados lopezobradoristas que ya en la sesión pasada pidieron una semana para analizar el dictamen–, no sólo cuestionaron el nuevo dictamen revisado, sino que abrieron la puerta para que los representantes ante el IFE de los partidos de la llamada izquierda sembraran una montaña de mentiras, dudas tramposas y verdades a medias, que pretendieron justificar que el dictamen fuera regresado para su revisión hasta julio próximo.

¿Y por qué julio? Por un puñado de felices casualidades. Porque en julio se debe presentar el dictamen consolidado de la campaña de senadores y diputados. Porque en julio tendrán lugar las elecciones intermedias –en las que volverá a crisparse la disputa entre los tres grandes partidos–, y porque en julio el Pacto por México habrá dado sus primeros resultados; las reformas de medios, energética y fiscal. Casi nada.

Pero en el montaje –que convierte al IFE en una mala copia de La Corte, del IFAI, el IEDF, la CNDH y de otros órganos autónomos capturados por los partidos–, también participaron los consejeros afines al PAN, como Benito Nacif y Macarita Elizalde, quienes alegremente se sumaron a la destrucción de la Unidad de Fiscalización y a la propuesta de que el dictamen se fueran a julio.

Curiosamente –y mientras sus pares destruían la credibilidad del IFE–, sólo los consejeros Leonardo Valdés y Marcos Baños defendieron la independencia, credibilidad, imparcialidad y profesionalismo del IFE.

Y es que a lo largo de la sesión, los consejeros Valdés y Baños fueron los únicos que desmintieron la montaña de mentiras, falsedades, imputaciones dolosas y manipulación lanzadas contra la Unidad de Fiscalización.

Los dos exhibieron que es falso, por ejemplo, que la unidad de fiscalización haya asignado criterios diferenciados para el monto de consumibles electorales –como de manera mentirosa lo dijo a la prensa el secretario de Finanzas del PRD. Xavier Garza–, ya que corresponde a los partidos reportar el costo total de los consumibles, el precio unitario, la cantidad utilizada de consumibles y las facturas de los proveedores.

También es falso que la misma Unidad haya aplicado un criterio parcial, a favor del PRI y contra las izquierdas, en el caso del prorrateo del gasto de campaña. En realidad la Unidad de Fiscalización aplicó de manera rigurosa lo que ordena el Reglamento de Fiscalización, en su artículo 177, fracciones A y B, que aprobaron todos los partidos. Y el prorrateo es facultad exclusiva de los partidos.

Más grave, es el hecho de que los cinco consejeros que decidieron mandar a julio el dictamen de fiscalización, también reconocieron que se equivocaron al aprobar en sus términos el reglamento de fiscalización, ya que tiene aspectos francamente ilegales y hasta inconstitucionales. Por eso, se puso a votación el despropósito de cambar los criterios de fiscalización, ya pasada la elección.

Quedó demostrado –y se puede comprobar en la versión estenográfica–, que los partidos de las llamadas izquierdas se equivocaron en la presentación de sus gastos, que el problema sí fue de sumas y restas y que, luego de la multa que pretendía aplicar el IFE, crearon una gran patraña –igual que la del fraude electoral–, para justificar sus torpezas.

El IFE ya es un activo del Gobierno de Peña Nieto. Salvó el pacto y regaló un salvoconducto de impunidad electoral a AMLO. Y claro, todos contentos.



En el camino

Parte de la patraña fue la renuncia definitiva –en plena sesión–, del consejero Sergio García Ramírez, otro patiño... ¿Será despedida de la señora Gordillo? Su epitafio, "Aquí yace una guerrera, y como guerrera murió".

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