El ex
Presidente mexicano de extracción panista Felipe Calderón Hinojosa tiene
una cuenta muy activa en Twitter: transmitió casi como reportero la
salida de la bloguera disidente Yoani Sánchez de su natal Cuba (22 tuits
sobre el tema), felicitó al Ejército en su día, agradeció a Bill
Clinton una invitación, presumió el programa Todos Somos Juárez, le dijo
sabio a Benedicto XVI por renunciar, lamentó la muerte de Hugo Chávez,
felicitó al Papa Francisco y hasta opinó del meteorito en Rusia... pero
ni una línea sobre la detención de Elba Esther Gordillo.
Ni una palabra, ni una declaración pública.
El ex Presidente mexicano de extracción panista Vicente Fox Quesada se
hizo famoso en México por hablar de todo, por ser dicharachero,
informal, francote, por reaccionar a la primera pregunta y soltar motes,
frases tropezadas y hasta citas y referencias erróneas que lo llevaban
siempre a las primeras planas. Desde el 26 de febrero que fue detenida
Elba Esther Gordillo no ha dicho más que un simplón: "Me parecería muy
temprano para externar una opinión, hay que tener más información y no
juzgar de antemano", dijo un tímido y mesurado –cómo son las cosas– Fox a
Univisión.
Ambos, durante sus sexenios, pudieron pero no quisieron "meter en
cintura" a la que en ese momento se ufanaba de ser la dirigente
vitalicia del magisterio, la todopoderosa "Maestra". Muchos de los
abusos económicos que detectó la PGR para armar el expediente que la
llevó a prisión sucedieron durante sus sexenios.
Pero no. Durante el foxato, Elba Esther tenía derecho de picaporte en la
oficina presidencial de Los Pinos. Era invitada frecuente a la cabaña
donde tenían su residencia privada los esposos Martha Sahagún y Vicente
Fox. Era aliada, consentida, fluyeron a su sindicato –sin que tuviera
que rendir cuentas a nadie– millones y millones de pesos del erario
público. No hubo, claro, ningún avance educativo.
Durante los seis años de Fox, Elba Esther salió del PRI para fundar su
propio partido, el Nueva Alianza (Panal). Se volvió aliado automático
del PAN para la elección federal que, según las cifras oficiales, ganó
Felipe Calderón por una nariz. Por 250 mil votos que fueron justamente
la aportación del Panal.
Sus aliados y hasta sus familiares obtuvieron puestos dentro del
gobierno. La Lotería Nacional, el ISSSTE, una subsecretaría de Educación
eran nombramientos subrogados a Gordillo.
Se movió a sus anchas durante doce años de panismo. Al grado que las
únicas dos voces que han salido a defender (¿lo indefendible?) a Elba
Eshter han sido la del hijo de Martha Sahagún y la de la hermana de
Felipe Calderón:
La Senadora panista Luisa María Calderón Hinojosa, en una misma
declaración, consideró ilegal su detención, desestimó que Gordillo haya
cometido el delito de lavado de dinero y consideró que fue violado su
derecho al secreto bancario.
El Diputado del Panal (¡cómo no!), Fernando Bribiesca Sahagún, remató:
"tenemos que guardar mesura... es una mujer muy interesante, yo a ella
le aprendí muchas cosas". Que ni qué. |
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