26 marzo, 2013

Los muertos del sexenio

Martín Moreno

Los muertos  del sexenio
Se fue Calderón, pero no la violencia.
Ayer, la estrategia estuvo diseñada más para matar que para solucionar. Hoy, en la praxis, se carece de ella.
¿De qué sirve avanzar en telecomunicaciones, aprobar reformas, firmar pactos o encerrar a Elba Esther, si la violencia sigue arrodillando a miles de mexicanos, con civiles inocentes muertos, inseguridad galopante y miedo por todas partes? De muy poco.
Que a la familia de tres ciudadanos caídos durante un enfrentamiento entre sicarios y fuerzas federales en Ciudad Victoria le digan que se está “moviendo a México”, y a ver a dónde mandan a las autoridades, valiente consuelo.


El discurso oficial cada vez está más alejado de la realidad violenta e impune que azota al país. A la palabrería, la ráfaga de metralleta. A la retórica, el tiro de gracia.
Se fue Calderón, pero no la violencia.
Y no es percepción. Allí están las cifras irrebatibles:
-De acuerdo con una investigación realizada por el prestigiado semanario Zeta —fundado y dirigido por el valiente Jesús Blancornelas y consolidado por la periodista Adela Navarro—, durante los 100 días de arranque del gobierno peñista, han sido asesinadas… ¡cuatro mil 500 personas! (Un ritmo mortal de 45 víctimas por día desde el inicio del sexenio). El trabajo del reportero Enrique Mendoza apunta que los tres estados más violentos, son: Guerrero, Chihuahua y el Estado de México.
-El fin de semana pasado fue el más violento del sexenio: alrededor de 60 ejecutados.
-Oaxaca: asesinan al presidente municipal de San Juan Mixtepec. Lo emboscaron la madrugada del domingo junto con su escolta.
-Chilpancingo: un comando armado con AK- 47 mata la noche del viernes pasado a siete que se encontraban en un bar. Tres víctimas eran policías federales.
-Uruapan: siete ejecutados más y sus cadáveres exhibidos en la avenida Lázaro Cárdenas, la principal de la ciudad.
-Morelos: 11 personas asesinadas entre sábado y domingo. Heridos de gravedad en centro comercial y taquería. (Pedro Tonantzin. Excélsior 25/III/2013). Y en lo que va del año se han registrado 29 feminicidios.
-Ciudad Victoria. Enfrentamiento. Abaten a tres.
-Edomex: comando de diez encapuchados asalta en Naucalpan a un banco. Se roba… ¡cajeros automáticos!
A las cifras registradas, los cálculos inevitables. De la cuenta en Twitter del director editorial de Excélsior (@beltrandelriomx) del 24 de marzo: “Si todos los días son igual de violentos que ayer, al final de un año habrá habido 12 mil asesinatos”.
Y al miedo ciudadano, el brote multiplicador de policías comunitarias. En Chilpancingo, la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) presentó, el sábado pasado, una columna de 25 integrantes de la Policía Comunitaria que se encargará de vigilar las comunidades de “El Troncón” y Teconzintla, en Tixtla.
¿Cuál ha sido la respuesta oficial?
El secretario ejecutivo del SNSP, Monte Alejandro Rubido García, asegura que el número de homicidios ha disminuido.
Manuel Mondragón y Kalb, comisionado nacional de Seguridad, señala que la Gendarmería Nacional —presentada por Peña Nieto como punta de lanza en el ataque contra la criminalidad—, no es urgente.
Primero: si las muertes han bajado, ello no se refleja en la numeralia que enluta al país.
Segundo: si la Gendarmería no es urgente, pues algo debe entrar en su lugar que sí sea urgente. Una estrategia adecuada, por ejemplo. O mayor coordinación, tal vez.
Lo cierto es que, en la recta final del cuarto mes de gobierno priista, la falla ha estado por todos lados: en el gobierno federal, en lo policiaco (federal y municipal), en los gobernadores, en el Legislativo. Y nadie asume una responsabilidad plena.
En esta columna lo hemos advertido: desapareció la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) y la suple el discurso. La retórica en lugar de la estrategia. A la violencia galopante, la respuesta oficial insuficiente.
Se fue Calderón, pero no la violencia.
ARCHIVO CONFIDENCIAL
NIVÓN. En los Archivos del poder del 9 de noviembre de 2012, advertimos: “¿Nadie va a investigar al ex alcalde de Tapachula, Emmanuel Nivón González, quien vendió una flotilla de 70 vehículos, propiedad del ayuntamiento en … ¡140 mil pesos!, argumentando que eran desecho, a pesar de que cuatro unidades son de modelo reciente. Este negocio particular —no es otra cosa— debe ser investigado por el gobierno entrante de Manuel Velasco. No debe quedar impune este abuso de poder”. Hasta aquí lo escrito esa ocasión. Hoy Nivón está detenido por intentar extorsionar a un jefe policiaco que indagaba la venta de esos automóviles. Nivón dejó también…¡Cinco pesos de presupuesto a su sucesor! ¿Habrá castigo o gracia?

No hay comentarios.: