Nunca deja de sorprender el bajo nivel de “debate”
político en que incurre el gobierno venezolano y sus aliados. A un par
de semanas de elecciones presidenciales la propaganda oficial ha
intensificado, como era de esperar. En el Cato Institute, nos acabamos
de enterar de un caso que nos concierne a nosotros.
Esta semana, un diputado nacional y ex-dirigente del movimiento estudiantil del año 2009, Ricardo Sánchez, anuncio que retiraba su apoyo al candidato presidencial de la oposición en un aparente giro a las filas del chavismo. Cuando Yon Goicoechea, ex-líder del movimiento estudiantil, lamento el hecho que Sánchez se presentó a la juramentación de Maduro como presidente, Sánchez le respondió por Twitter: “Es una lástima que tu hayas recibido un cheque de US$ 500.000 de la ChevronTexaco y FedEx en nombre de los estudiantes”.
Goicoechea respondió “yo recibí un premio, tú un soborno. He ahí la diferencia”. De allí, se desató un intercambio por Twitter entre los dos, básicamente repitiendo las acusaciones.
Los $500,000 mencionados son en realidad una referencia al Premio Milton Friedman por la Libertad que otorga el Cato Institute cada dos años y que lo ganó Goicoechea en el 2008. Dado que Sánchez ahora está propagando información falsa al respecto, muy parecida a la que el gobierno venezolano difundió en 2008 (y fue entonces desmentida), vale la pena volver a aclarar los hechos.
Tal como lo describe el Instituto, “El Premio Milton Friedman por la Libertad, nombrado en honor de uno de los Grandes Paladines de la Libertad del siglo veinte, es presentado cada dos años a un individuo que haya realizado una contribución significativa al avance de la libertad humana”. Los ganadores de tal premio en el pasado han incluido pensadores y líderes distinguidos a nivel internacional incluyendo a el economista británico experto en desarrollo Peter Bauer; el economista peruano Hernando de Soto; el ex-Primer Ministro estoniano Mart Laar; el escritor y periodista iraní Akbar Ganji; y el intelectual y activista chino Mao Yushi.
En 2008, se otorgó el premio a Yon Goicoechea por su papel clave como líder del movimiento estudiantil en derrotar “la reforma constitucional que le habría otorgado al presidente Hugo Chávez amplios poderes dictatoriales” y reconoció “su compromiso por una Venezuela moderna”.
El Instituto Cato, que otorga el premio, es un centro de investigación independiente y sin fines de lucro que no acepta dinero de ningún gobierno o partido político. El prestigio y la integridad del premio son reconocidos a nivel global y el galardón goza del apoyo de destacadas personalidades internacionales como son los miembros del comité que seleccionan al ganador del premio. El premio Nobel en literatura, Mario Vargas Llosa, por ejemplo, asistió la ceremonia en que se galardonó a Goicoechea y grabó palabras de apoyo al recipiente.
Es así que las declaraciones de Sánchez acerca del premio son risibles y ridículas, así como los eran en 2008 cuando el gobierno estrenó tales acusaciones. Son simplemente falsas. Y respecto a dinero de Chevron o Texaco, ni en el 2008 ni ahora ha recibido Cato financiamiento de tales empresas.
Los venezolanos son capaces de usar su propio buen criterio a la hora de formar su opinión respecto a la actitud de Sánchez y de Goicoechea. El propósito de esta nota es únicamente para desmentir la propaganda actual e informar mejor a los ciudadanos venezolanos.
Esta semana, un diputado nacional y ex-dirigente del movimiento estudiantil del año 2009, Ricardo Sánchez, anuncio que retiraba su apoyo al candidato presidencial de la oposición en un aparente giro a las filas del chavismo. Cuando Yon Goicoechea, ex-líder del movimiento estudiantil, lamento el hecho que Sánchez se presentó a la juramentación de Maduro como presidente, Sánchez le respondió por Twitter: “Es una lástima que tu hayas recibido un cheque de US$ 500.000 de la ChevronTexaco y FedEx en nombre de los estudiantes”.
Goicoechea respondió “yo recibí un premio, tú un soborno. He ahí la diferencia”. De allí, se desató un intercambio por Twitter entre los dos, básicamente repitiendo las acusaciones.
Los $500,000 mencionados son en realidad una referencia al Premio Milton Friedman por la Libertad que otorga el Cato Institute cada dos años y que lo ganó Goicoechea en el 2008. Dado que Sánchez ahora está propagando información falsa al respecto, muy parecida a la que el gobierno venezolano difundió en 2008 (y fue entonces desmentida), vale la pena volver a aclarar los hechos.
Tal como lo describe el Instituto, “El Premio Milton Friedman por la Libertad, nombrado en honor de uno de los Grandes Paladines de la Libertad del siglo veinte, es presentado cada dos años a un individuo que haya realizado una contribución significativa al avance de la libertad humana”. Los ganadores de tal premio en el pasado han incluido pensadores y líderes distinguidos a nivel internacional incluyendo a el economista británico experto en desarrollo Peter Bauer; el economista peruano Hernando de Soto; el ex-Primer Ministro estoniano Mart Laar; el escritor y periodista iraní Akbar Ganji; y el intelectual y activista chino Mao Yushi.
En 2008, se otorgó el premio a Yon Goicoechea por su papel clave como líder del movimiento estudiantil en derrotar “la reforma constitucional que le habría otorgado al presidente Hugo Chávez amplios poderes dictatoriales” y reconoció “su compromiso por una Venezuela moderna”.
El Instituto Cato, que otorga el premio, es un centro de investigación independiente y sin fines de lucro que no acepta dinero de ningún gobierno o partido político. El prestigio y la integridad del premio son reconocidos a nivel global y el galardón goza del apoyo de destacadas personalidades internacionales como son los miembros del comité que seleccionan al ganador del premio. El premio Nobel en literatura, Mario Vargas Llosa, por ejemplo, asistió la ceremonia en que se galardonó a Goicoechea y grabó palabras de apoyo al recipiente.
Es así que las declaraciones de Sánchez acerca del premio son risibles y ridículas, así como los eran en 2008 cuando el gobierno estrenó tales acusaciones. Son simplemente falsas. Y respecto a dinero de Chevron o Texaco, ni en el 2008 ni ahora ha recibido Cato financiamiento de tales empresas.
Los venezolanos son capaces de usar su propio buen criterio a la hora de formar su opinión respecto a la actitud de Sánchez y de Goicoechea. El propósito de esta nota es únicamente para desmentir la propaganda actual e informar mejor a los ciudadanos venezolanos.
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