Mientras
Enrique Peña Nieto sigue poniéndose las medallas de reformista, la
izquierda es incapaz de reformar a fondo los lugares que gobierna.
Revisemos el vodevil desencadenado por el delegado de Coyoacán, Mauricio
Toledo, integrante de Nueva Izquierda (la tribu de los chuchos).
Primer acto. El 25 de febrero, Reforma publicó unos correos enviados por
Toledo a Rodolfo Reus Medina, abogado de una constructura. Toledo le
pidió más dinero para que siguiera una obra: "800 mil extras y allí
queda; y le aclaró: ´si publicas algo te mando matar, cabrón´". El
abogado opta por denunciar para "que la verdad se conozca" y anuncia que
demandará al político por extorsión y amenazas. El delegado contraataca
y acusa al licenciado de "utiliz[ar] un BlackBerry falso, un chat
falso, una comunicación falsa para ensuciarme. Ése no es mi BB".
El perredismo arma un coro de frases desgastadas: "No voy a ser tapadera
de nadie", Jesús Zambrano; "nadie puede estar por encima de la ley",
Silvano Aureoles; la Procuraduría capitalina debe hacer una
"investigación a fondo", Manuel Oropeza, líder del PRD-DF. El procurador
capitalino, Rodolfo Ríos informa solemne que citará a declarar a "todas
las personas [...] involucradas".
Segundo acto. Se inicia la operación enfriamiento. El licenciado Reus
envía una brevísima carta a los medios informando que su cliente, el
constructor Gazi Nacif, le ha ordenado no demandar, ni "aparecer en
medios de comunicación" porque "la empresa no fue objeto de extorsión
alguna" (tecnicismo correcto porque el delegado pide dinero al abogado).
La mayoría perredista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal
frena la comparecencia física de Toledo y le pide un "informe
pormenorizado" en 48 horas. El delegado envía un texto minimalista (mil
194 palabras), notable por lo azucarado del autoelogio: se define como
"un servidor público de trayectoria inmaculada" y cierra el texto con
una frase que podría usarse en algún busto suyo: "no me doblegaré ante
la mentira".
Aclaración. Ni el delegado ni el coro perredista desmienten la evidencia
presentada por Reforma demostrando que la BlackBerry sí era de Toledo.
Los reporteros de Reforma siguen urgando y encuentran que según la
Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial es ilegal el
terreno donde Nacif construye su edificio; en él sólo puede construirse
un deportivo, una plaza pública o un jardín. El delegado acusa a quien
lo precedió, Raúl Flores, que a su vez señala a la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Vivienda, una fuente de corrupción que ningún
gobernante perredista osa tocar. Su titular Simón Neumann, ex empresario
inmobiliario, se blinda tras siete capas de hermético silencio.
Tercer acto. Se desarrolla en el ámbito nacional. Con la detención de
Elba Esther Gordillo y con las reformas en telecomunicaciones el
Presidente y el PRI se convierten, ante buena parte de la opinión
pública, en los paladines de la lucha contra la corrupción y los poderes
fácticos.
El lunes que anunciaron la reforma en telecomunicaciones, Zambrano
justificó la participación del PRD diciendo que "ante los graves
problemas del País, el error estaría en no hacer nada o seguir haciendo
lo mismo de siempre". La corrupción es una llaga que lastra a la nación.
Según Transparencia Internacional, entre 1998 y 2012 México cayó ¡50
puntos! En la clasificación internacional pasamos del lugar 55 a un
vergonzoso 105. A excepción de Arturo Nuñez, que la combate como
Gobernador de Tabasco, la izquierda partidista se hace la desentendida.
Si el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, quisiera
aspirar a una candidatura a la Presidencia en 2018, debería tomar el
caso del delegado de Coyoacán para lanzar una batalla a fondo contra el
urbanismo salvaje, una de las fuentes de corrupción más conocidas y
ofensivas.
Había grandes expectativas con la gestión de Mancera, quien en su
discurso de toma de posesión aseguró con voz engolada y firme:
"combatiremos cualquier viso de corrupción y no permitiremos el tráfico
de influencias que tanto daña a los ciudadanos". El caso de Coyoacán lo
desinfla, desdibuja y acorrala. Menciona el tema en dos brevísimas
conferencias banqueteras y en la segunda anuncia que seguirá trabajando
con Toledo hasta que esté "perfectamente agotada toda la indagatoria".
Llevará mucho tiempo el proceso porque la Procuraduría apenas inició las
averiguaciones.
Si fuera por la izquierda que gobierna, el caso ya estaría olvidado. Tal
vez veamos algo diferente porque dos diputados panistas, Priscila Vera y
Édgar Borja, están sobre el tema, y porque un medio de comunicación,
Reforma, le da seguimiento.
La izquierda partidista vaga fragmentada, llena de verborrea y
paralizada ante la corrupción urbanística de la capital. En su condición
actual, es una corriente política a la izquierda de la nada.
El informe de Mauricio Toledo y las fuentes utilizadas están disponibles en www.sergioaguayo.org
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