02 abril, 2013

ALCALDESA VALIENTE... PONE ORDEN A LOS CASINOS DE MONTERREY



ALCALDESA VALIENTE... PONE ORDEN A LOS CASINOS DE MONTERREY

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Ricardo Aleman

El capítulo más reciente de esta historia se comenzó a escribir el 27 de febrero de este año. La alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, coordinó la suspensión provisional de 10 casinos que operaban en su municipio.
Pámanes Ortiz fijó un plazo de 10 días para que los dueños de las casas de apuesta demostraran que operaban dentro de los márgenes legales y como ninguno de ellos cumplió con su parte del trato, fueron clausurados definitivamente. Primero nueve y el pasado 23 de marzo, el Casino 909 completó la decena.
 
El caso del "909" fue peculiar pues, en un principio se aseguró que no se trataba de una casa de apuestas abierta al público. Presuntamente, era algo así como un casino privado. Sin embargo, luego de casi un mes de consideraciones, se optó por cerrarlo al igual que los otros nueve.
La decisión del gobierno de Monterrey es parte de una lucha que inició a finales de enero de 2012. El 31 de enero del año pasado, el congreso local decidió combatir todos los frentes de inseguridad pública y entonces prohibieron la construcción de casinos, centros de apuestas, salas de sorteos y establecimientos similares.
Esto, claro está, luego que el 25 de agosto de 2011, un comando armado incendiara el tristemente célebre Casino Royale y causara la muerte de 52 personas –entre ellas una embarazada–, en la capital regiomontana.
Pero el asunto de los casinos no se limita a Monterrey y tampoco inició hace un par de años.
En realidad, el negocio de los giros negros arrancó con la prohibición del 24 de junio de 1938, cuando el entonces presidente, Lázaro Cárdenas, decretó la abolición de los casinos en México. Para el mandatario se trataba de focos de atracción del vicio y las mafias.
No fue hasta 1947, que el presidente Miguel Alemán promulgó la Ley Federal de Juegos y Sorteos. En ella se establecía que el Ejecutivo Federal podría autorizar las casas de juego a través de la secretaría de Gobernación.
Y hoy sabemos que algunos –como Santiago Creel– hicieron el caldo gordo con esta facultad.
Durante mayo de 2005 –a días de abandonar la Segob para buscar, sin éxito, la candidatura presidencial– Creel expidió siete nuevos permisos para operar centros de apuestas y casas de juego.
Y eso no es todo, de acuerdo con investigaciones periodísticas, el presidente Felipe Calderón habría autorizado la operación de hasta 94 casinos a dos minutos de concluir el sexenio. Es decir, en los últimos segundos del 30 de noviembre de 2012.
De modo que, del total de las casas de apuesta y centros de juego, el 40% habrían recibido el permiso para operar durante los 12 años de gobiernos panistas.
Acaso por eso, la bancada azul ha sido una de las más activas en la redacción de una reforma a la Ley de Juegos y Sorteos con tal de regular de manera efectiva esta actividad. Y es que algunos de sus hombres fuertes –como el antes mencionado Santiago Creel, el hoy senador Roberto Gil Zuarth y la misma Josefina Vázquez Mota–, han salido mal parados luego de atravesar el tormentoso escándalo de los casinos.
Por su parte, el gobierno federal ha realizado algunas suspensiones provisionales y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, adelantó que habrá "orden total" en este tema. Osorio aseguró que no taparán nada de información aunque reconoció que las políticas que avalan la operación de los casinos son excesivamente amplias.
Sin embargo, al día de hoy, sólo en Monterrey –gracias a la iniciativa del gobierno local– se han visto resultados contundentes.
La pregunta obvia es, ¿se replicará el caso de Monterrey en otras partes del país? Ojalá.

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