02 abril, 2013

Apretar los glúteos



Hace unos días leía en El País, el periódico español, que los jueces hispanos estaban estresados no solo por la gran cantidad de asuntos que se encontraban en trámite, sino por la enorme trascendencia y efecto social de sus resoluciones

Tan lo anterior era una severa realidad que el Consejo General del Poder Judicial había preparado un manual de relajación para ayudarlos a sobrellevar las terribles tensiones que generaba su profesión. Para muchos el problema del estrés se resuelve incrementando la “capacidad de ahorro”, sin embargo, creo que para quienes imparten justicia y tienen un elevado sentido del honor, la tensión no desaparecerá con aumentos sustanciales de ingresos.  
El órgano de gobierno de los jueces, según el diario ibérico, pretende que sus señorías mantengan “un estado de ánimo positivo con unos simples ejercicios.” Los representantes del Poder Judicial deben respirar profundamente y decirse en silencio mientras inhalan con los ojos cerrados y la puerta de su despacho clausurada momentáneamente: “estoy tranquilo, estoy tranquilo...” 

Acto seguido, deben “apretar los párpados durante ciclos de cinco segundos, levantar las piernas y tensar los muslos”. A continuación, “se deben apretar y relajar los glúteos insistentemente, una y otra vez, hasta sentir cansancio y ya no poder repetir una sola vez más la operación”. 

Con estos simples movimientos musculares, los jueces podrán continuar con sus trabajos, una vez recuperada la paz y el equilibrio emocional, por más que los integrantes del juzgado y los abogados litigantes puedan llegar a sospechar de la lucidez mental de sus superiores o de las respectivas señorías...

En el caso de México, los juzgados penales principalmente deben estar saturados de asuntos en que a la mafia organizada, integrada por miles y miles de personas, se le está sentando en el banquillo de los acusados a lo largo y ancho del país, lo cual no debe ser una tarea sencilla si no se pierde de vista que se está frente a criminales de la peor ralea capaces de asesinar niños, mujeres, hombres y ancianos inocentes y de cualquier extracto social, sin olvidar, claro está, la gran cantidad de expedientes que tendrán que desahogar en un entorno en el que el 98 por ciento de los delitos que se cometen en el país permanecen impunes. Las cargas de trabajo deben ser faraónicas.

Las recomendaciones del CGPJ español también deben ser escuchadas y atendidas por el Poder Legislativo federal mexicano, cuyos representantes deberían encerrarse igualmente en sus despachos y crispar los ojos, inhalar despacio, respirar profundamente, exhalar, y apretar una y otra vez los muslos y los glúteos antes de votar leyes que atentan en contra de los grandes monopolios que existen en nuestro país. 

La propia señora Gordillo también debería practicar estas mecánicas de relajación al verse privada de asistir a Neiman Marcus, de la misma manera en que lo deberían estar haciendo muchos políticos y empresarios mexicanos, así como líderes charros de los sindicatos oficiales...

Hoy en día, en México, muchos compatriotas deberían apretar los párpados, levantar las piernas, tensar los muslos y los glúteos y repetir estoy tranquilo, estoy tranquilo... si es que pueden estar tranquilos, al menos en esta Semana Santa, que de santa, nada...

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