por GEES
El 16 de marzo de 2002 dos sicarios tirotearon a monseñor Isaías Duarte Cancino a la salida de una ceremonia religiosa. El arzobispo de Cali había denunciado el daño que causaban a la sociedad el narcotráfico y las guerrillas de las FARC y el ELN.
Como inductores del asesinato, se condenó en ausencia a veinticinco
años de cárcel a cinco integrantes del secretariado de las FARC: el
exlíder máximo Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, fallecido en noviembre de 2011; el actual jefe guerrillero Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko; el jefe negociador en los diálogos de paz con el Gobierno, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez; Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, y Noel Mata Mata, conocido como Efraín Guzmán.
Sin embargo, el Tribunal Superior de Cali acaba de absolver a los condenados, al considerar que había varias inconsistencias en los testimonios contra ellos.
¿Por qué se dicta esta sentencia justamente ahora? Un
amplio sector de la opinión pública colombiana sospecha que podemos
encontrarnos ante otro episodio de blanqueo de los narcoterroristas de
las FARC, con los que el Gobierno del liberal Juan Manuel Santos está negociando desde hace meses en La Habana, bajo la supervisión de los hermanos Castro.
¿Es posible que haya jueces colombianos que condenen sin pruebas o que acepten anular una sentencia por intereses políticos? La judicatura del país está infiltrada por la izquierda,
y no sólo en la Corte Constitucional, inventada por la Constitución
de 1991, sino en los tribunales ordinarios y en las fiscalías. El
coronel Alfonso Plazas, comandante del operativo que en 1985 recuperó el
Palacio de Justicia tomado por terroristas del M-19, está encarcelado
por delitos de secuestro y asesinato, que habría cometido durante dicha
operación antiterrorista, pese a que se ha demostrado que el principal
testigo de la fiscalía era falso. Mientras, uno de los jefes de los
terroristas, Gustavo Petro, es alcalde de Bogotá.
Después de esta sentencia del tribunal de Cali se alzan dos
preguntas: 1) ¿quiénes asesinaron al arzobispo Duarte? y 2) ¿seguirá
cediendo el presidente Santos ante las exigencias de las FARC,
entre las que se cuentan la amnistía para los miembros de esta
organización terrorista, la entrega a esta organización terrorista de
miles de hectáreas de territorio nacional y la reforma de la
Constitución?
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