09 mayo, 2013

El momento del Bitcoin, por Jeffrey Tucker

Hace sólo unas semanas atrás, un comerciante local de Bitcoins en mi ciudad quería una prima del 40% para un intercambio local de efectivo a BTC a razón de 70 dólares por moneda. Me opuse argumentando que el precio era demasiado alto, ya que la tasa vigente en el mercado era de $48 por bitcoin. Hoy, ese mismo comerciante está pidiendo $132. Parece que dejé pasar una muy buena operación.
Muchas personas temen que el Bitcoin esté sobrecomprado en estos momentos. Este punto de vista es mantenido incluso por personas de la comunidad Bitcoin que piensan que el hecho de que el bitcoin haya pasado de $15 a $93 en tres meses no es bueno para la viabilidad a largo plazo de la moneda. Un crash podría provocar la caída de la unidad monetaria de manera devastadora, provocando otra ronda de desacreditaciones y críticas por los defensores del dinero del gobierno.


Pero aquí está la verdad: Nadie sabe nada a ciencia cierta. Tal vez el precio seguirá subiendo. El mes que viene en este momento, la gente podría estarse dando cabezazos por no haber comprado en estos momentos. Mis instintos tienden ahora en esta dirección. Estoy viendo BTC en $250, luego $500, y luego $1.000 para fin de año.
¿Por qué soy optimista? El papel del Gobierno está fracasando a un ritmo más rápido de lo que nadie imaginaba que habría sucedido en el último año. El desastre de Chipre cogió a casi todo el mundo por sorpresa. Ningún observador cercano cree que las últimas cantidades de dinero sean permanentes. Por otra parte, el ahorro de Chipre pone en marcha un precedente increíble: Los depósitos bancarios en adelante serán tratados como propiedad primera del gobierno y pertecenerán a los depositantes sólo a discreción de los dueños del dinero.
No es de extrañar que los Bitcoins sean traídos de lugares en todo Europa, entre ellos España, Grecia, Italia, y más allá. Esto también explica por qué los principales medios de comunicación están empezando a escribir acerca del Bitcoin como si fuera real, algo serio; algo que realmente importa en el escenario mundial.
Mientras tanto, las aplicaciones de Bitcoins están floreciendo por toda la Web. Entre ellos:
Bitspend.net, que te permite utilizar BTC en cualquier sitio web
  • Bitpay.com, que permite realizar pagos en cualquier sitio web
  • Coinbase.com es un lugar popular para comprar y vender BTC, además de que te da una billetera local
  • Bitcoinstore.com es la naciente Amazon de los BTC
  • Blockchain.info es la aplicación que muchos usuarios de smartphones eligen.
Entiendo totalmente por qué esta moneda emergente causa alarma, no sólo para los banqueros centrales, sino también para la gente común. Las personas tienen cierta dificultad para entender acerca de la idea de una moneda digital. Parece demasiado abstracta, algo escéptico; tal vez se trata de un esquema piramidal de algún tipo.
Ahora bien, puedes pensar que esta misma gente tendría tantos problemas intentando entender cómo, una cosa como un dólar o un euro, pudieran existir. Después de todo, esto es sólo papel de fibra de algodón respaldado por nada real en absoluto, y su valor no tiene nada que ver con sus propiedades físicas. Esta ha sido la verdad desde hace 40 años, desde que Richard Nixon destruyó los últimos vestigios del patrón oro.
Así que no hay nada, en realidad, inusual en un dinero que es una abstracción. Lo irónico es que los Bitcoins son de hecho más “reales” que los dólares o euros. Están construidos a partir de 1s y 0s dispuestos de una manera particular, para servir a una función monetaria particular.
Alguien podría decir: “Pero eso no es real. Eso es sólo código.” Bueno, en realidad, el código es real; tan real como el correo electrónico, YouTube, Microsoft Office, la aplicación del tiempo de tu smartphone o cualquier otra pieza de software en el planeta.
Cuando Bill Gates comenzó a experimentar con la idea de hacer un bien económico de software y convertirlo en una empresa comercial, estaba prácticamente solo. La idea de “mercantilizar” cosas hechas a base de código era visto por muchas personas como extravagante y probablemente imposible. Sabemos lo que pasó: El código se ha convertido en la base de prácticamente cada avance económico significativo en los últimos 30 años.
Sin embargo, ¡todavía tenemos dudas! He pensado en esto durante mucho tiempo, investigando mis propias dudas, y este es lo que me parece que es el punto más importante de la resistencia.
En el mundo del software y de los dígitos, las cosas son reproducibles. Tú envías una imagen a tu mamá y todavía mantienes la imagen en el ordenador. Cuando te descargas una canción, no “tomas” la canción de nadie, sino que sigue ahí para alguien más que quiera descargarla. Al inventar software, no tienes que seguir inventando; sino que vendes la misma cosa miles o millones de veces.
En otras palabras, copiabilidad es la principal ventaja que ofrece el mundo digital sobre el mundo físico. Internet es una gran máquina de copiar.
¿Pero copiar dinero? Eso no es una característica; es un error (bug). Cualquier moneda digital tiene y debe resolver el problema de la reproducibilidad. Debe estar estrictamente controlada, como con el patrón oro. Si quieres más oro, tienes que extraer oro.
Resulta que esto es exactamente cómo funciona el Bitcoin. Los servidores gestionados por los mineros tienen que trabajar muy duro para resolver problemas matemáticos complejos que crecen en dificultad con el tiempo. Tiene que usar recursos reales para crear más Bitcoins.
Pero ¿qué pasa con los que existen? ¿Cómo pueden hacerse cumplir los derechos de propiedad? Este es el verdadero brillo del Bitcoin. La estructura incluye un libro de contabilidad que realiza un seguimiento de todas las monedas existentes y sus propietarios (no por nombre, sino por dígitos). No hay absolutamente ninguna manera de que una moneda pueda ser poseída por dos personas distintas. El libro está abierto y los cambios son segundo a segundo, en función de las operaciones.
Esta es la razón por la que el Bitcoin tiene éxito donde cualquier otro intento de hacer una moneda digital (y hubo muchos intentos antes) habían fracasado previamente. El Bitcoin asignó derechos de propiedad de cada unidad de cambio e hizo de la propiedad una de las principales características del software en sí. En otras palabras, el Bitcoin utiliza código de ordenador para rechazar lo que es aparentemente la ventaja clave del código de ordenador: su condición de bien no escaso. En su lugar, se construyó la escasez en el código.
Increíble, ¿no? Hay más, la integridad del sistema en sí no depende de una sola institución como un banco central o una gran corporación, sino que funciona de forma totalmente descentralizada, de igual a igual (peer to peer). No hay ni amos del dinero ni esclavos del dinero.
Los dólares se pueden producir infinitamente, y este poder se ha utilizado demasiado libremente desde 2008. Los Bitcoins, en cambio, se extraen aproximadamente uno cada 20 segundos, y cada nuevo Bitcoin tiene un propietario particular y no se puede gastar simultáneamente por dos propietarios. En otras palabras, es como el patrón oro, y está estructurado para ser de esta manera. Esta es la razón de por qué tantas personas se sienten atraídos por él.
Hay otras ventajas que esta unidad monetaria tiene más que el oro mismo. El oro, en grandes cantidades, por lo general tiene que ser almacenado. Históricamente, esto dio lugar a los bancos de depósito que tientan a los banqueros para difuminar las líneas de propiedad. Cuando las cuentas están apalancadas y los bancos ven que no pueden pagar, tradicionalmente acuden al gobierno en busca de ayuda. Así que, con esto, terminamos con las instituciones atroces como los bancos centrales.
Los Bitcoins pasan por alto completamente este problema del almacenamiento, ya que no tienen, literalmente, peso. No pueden ser propiedad de más de una persona a la vez, por lo que todos los mercados de crédito tendrán que surgir dentro de los límites estrictos de derechos de propiedad. Eso significa que los mercados emergentes van a existir sobre una base sólida, sin intentos furtivos para difuminar los títulos de propiedad.
Por supuesto, la promesa hecha por un mercado anónima de intercambio creado por una unidad global con casi cero costos de transacción sólo se puede describir como alucinante. ¿Va a seguir avanzando? Nadie sabe a ciencia cierta nada, pero mis dudas se derriten durante el día, especialmente dado el fracaso increíble del dinero del gobierno y el clamor mundial por una moneda moderna que responda a las necesidades humanas.

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